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Espectáculos |DESTACADO DE LA CARTELERA

Las chicas de la culpa en La Plata: “Desde el humor se puede decir todo”

“Las chicas de la culpa”, el fenómeno teatral que muestra en el escenario una reunión sin filtro de cuatro amigas comediantes, llega a La Plata tras agotar en todos lados

Las chicas de la culpa en La Plata: “Desde el humor se puede decir todo”

Natalia Carulias, Malena GUinzburg, Connie Ballarini y fernanda metilli son “las chicas de la culpa” y llegan a La Plata

17 de Mayo de 2022 | 05:11
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“Desde que empezamos a laburar juntas decíamos: ‘Esto no puede fallar’. No por soberbia, sino porque la pasábamos tan bien que no teníamos dudas”, cuenta Fernanda Metilli sobre “Las chicas de la culpa”, el espectáculo de humor (o mejor, la charla de cuatro amigas sin filtro) que protagoniza junto a Malena Guinzburg, Connie Ballarini y Natalia Carulias.

Y razón no le faltaba: el espectáculo (que “no es una obra de teatro, no es stand up, es una juntada con tus amigas más zarpadas”, dicen quienes cada semana se juntan a charlar sin filtro con solo algunos disparadores como guía, por lo que cada semana es un espectáculo nuevo) tiene entradas agotadas hasta el mes que viene tanto para sus funciones en Buenos Aires como para las que realizan en el resto del país, una gira en el marco del cual llegarán al Coliseo Podestá hoy y el próximo martes. Con el cartelito de “agotado” también ya colgado.

“No sé si sentimos incredulidad ante esto”, cuenta, en diálogo con EL DIA, Malena Guinzburg (y acota que a la hora de la entrevista, las 9 de la mañana, “que me salga esa palabra es un montón”). “Nos sorprende, sí, fuimos a Mendoza la semana pasada, funciones agotadas en un día, un cordón policial para poder salir por la cantidad de gente”, acepta la comediante, pero agrega que “hay tanto amor y tanto laburo puesto, y tanto recorrido, que no es que no lo podemos creer”.

El recorrido hasta el fenómeno, de hecho, comenzó años atrás, en la pantalla del Comedy Central. El canal filmaba en el país especiales de comedia llamados “La culpa es de Colón”, pero “en versión hombres, porque siempre van a lo seguro, que son los hombres. Acá poné entre paréntesis: irónica…”, se ríe Metilli. Surgió después la posibilidad de hacer un “Culpa” mixto, y finalmente, en el marco del Mes de la Mujer, el canal decidió producir cuatro especiales femeninos, y ahí convocaron al cuarteto, junto a Dalia Gutmann como conductora.

“La rompieron”, recuerda Metilli, y entonces se organizaron dos temporadas más, que siempre midieron bien, incluso si las pasaban a las 5 de la mañana. Comenzaron las promesas de una tercera temporada pero “nunca se hizo”. “Estuvimos bastante esperando que nos llamaran, que cumplieran las promesas de lo que pensaban hacer con el programa”, dice Guinzburg. Ante las promesas incumplidas, agrega Metilli, “tomamos nuestro camino con el grupo, decidimos ir nosotras, que sabíamos que era algo que funcionaba”.

Hubo un show para YouTube y luego, en el marco de la pandemia, funciones por streaming “cuando ya la gente no quería saber nada con el streaming”, pero que “anduvieron bárbaro: la gente se cansó del streaming, pero no de nosotras”. Entonces volvió el teatro, con aforo reducido, y “Las chicas de la culpa” saltó al escenario.

-Contaban que el canal un poco les “prestó” la pantalla por el Mes de la Mujer, lo cual ya suena algo problemático. Y que les prometían más temporadas y no cumplían, que el proyecto estaba trabado. El formato del club de amigos en la tele ha sido históricamente masculino, desde “Polémica en el bar”, ¿piensan que un poco ese cierre de puertas tuvo que ver con que dieron vuelta este formato?

-Metilli: Puede ser. Me pasa con las pocas personas que critican algo del espectáculo, dicen “qué guarras, como una mujer va a decir tal cosa”... Es como que socialmente está permitido ese formato de hombres que dicen cualquier cosa, guarros, bestias, pero no de la mujer. Todavía. Y a nosotras nos encanta romper con eso. Por eso nos da más alegría aún tener tanta gente que le guste lo que hacemos. Y no porque seamos guarras: hay algo de quitarse el filtro. El otro día nos vino a ver Pablo Fábregas con su mujer, y ella nos decía que hace 40 años las mujeres quieren decir todo esto y no lo dicen.

-Guinzburg: Y no es algo forzado, no es que somos rebeldes y decimos cosas guarras… Esto es natural, hablamos desde nosotras, desde un lugar real, sin filtro, incluso más que lo que haríamos entre amigas, porque estos son temas que yo ni siquiera hablo con mis amigas. Siempre planteo que este espectáculo es el espectáculo más feminista que hay sin una bajada de línea feminista: demostramos todo el tiempo que podemos hacer humor las mujeres, que podemos hablar de cualquier tema… ¡Que podemos jugar! Lo lúdico siempre fue para los hombres, no solo en televisión, en la vida: los varones se juntaban a jugar al fútbol, a las cartas, pero las mujeres no. Y nosotras jugamos todas las semanas.

“Está permitido ese formato de hombres que dicen cualquier cosa, guarros, bestias, pero no de la mujer. Nos encanta romper con eso”

Fernanda Metilli,
Comediante

 

-Mencionaron varias veces esto de quitar los filtros, pero no deja de ser un show de comedia. ¿Cuánto hay en el espectáculo de abrirse y cuánto de exageración para efecto cómico, digamos?

-M: Bueno, están las dos cosas. El show tiene mucha preparación, desde ya. Cada semana elegimos el tema del que va a tratar el show, y lo trabajamos, pero lo maravilloso es que de esos temas ninguno sabe lo que va a decir la otra. ¡Ni una misma!

-G: No es que preparamos a partir de ese tema lo que vamos a decir, para nada. Incluso, a veces surge otra charla a partir de un comentario, en el medio del show, y la charla sigue por ahí, y todos los disparadores quedan ahí, en segundo plano.

-Es una forma vertiginosa de hacer un espectáculo, esto de que cambie semana a semana, de no saber con qué va a salir su pareja. Imagino mucha adrenalina sobre escena.

-G: Es más un programa de tele, en su formato, en esto de que cambia todas las semanas. Por eso funciona el streaming, creo, la gente se junta los viernes a vernos, es un plan, no es que lo viste una vez y ya lo viste. Pero sí, es un riesgo mayor, y es un laburo mayor, todas las semanas hay que juntarse, hablar de los temas, ensayar… Desde ya podríamos hacer siempre lo mismo, pero no sería “Las chicas de la culpa”.

¿EN LA TELE?

La autenticidad, el “color distinto” que cada una de las cuatro aporta a los temas que se debaten sobre escena, dicen Guinzburg y Metilli, están en el corazón del fenómeno de estos encuentros donde se habla de amor, sexo, citas, drogas, miedos, frustraciones y, claro, de la culpa. El espectáculo agotó todas sus funciones presenciales en 2021, y además transmiten cada función por streaming, con cerca de mil espectadores por noche.

“Hoy el teatro funciona, sobre todo las comedias, y creo que tiene que ver con una necesidad de reírse. Hay mucho agradecimiento de la gente por haberles hecho reír en pandemia. Parece demagógico decirlo, pero es emocionante”, opina al respecto Guinzburg.

-Con semejante éxito, ¿no volvió la tele arrastrándose?

-M: La gente de la televisión nos tiene miedo… Todavía hay mucho machismo, de hombre al mando, que nos tiene miedo.

-G: Tuvimos alguna propuesta… Pero un productor nos llegó a decir que estaba buenísimo lo que hacíamos pero necesitaríamos un hombre que nos ordene.

-M: ¡Un hombre que nos ordene! Casi le pego un cabezazo…

-G: Es que no es que hasta que no estás en la tele no llegaste: tenemos claro que no vamos a dejar que manipulen nuestro producto para estar en la tele. Entonces, cuando nos dijo eso, nos pareció claro que no entendía nada. Ese productor después nos vino a ver, y me mandó un mensaje, que fue un triunfo: “Tenías razón, me equivoqué”.

-M: Ese caminito de ir ganando estos pequeños triunfos está buenísimo, es un camino que ya han recorrido también muchas otras mujeres comediantes que están en los medios… Pero sabemos que todavía tienen que cambiar muchas cabezas. Nos han dicho “sí, hagan lo mismo, pero con Nicole Neumann y Sol Pérez”. Y no es en contra de ellas: es que no entendieron el producto, esto funciona porque somos nosotras, somos comediantes de hace mil años. Es como que a mí me pongan a desfilar.

-Hablan de miedo de los programadores de la televisión, e imagino que mucho tiene que ver lo que mencionaban antes: están hablando de cosas que las mujeres no suelen hablar, en un mundo de resistencias y machismos. ¿La comedia es justamente una forma ideal de corrosionar eso que resiste, esas estructuras?

-M: Para mi es la mejor herramienta. A mi es la que me funcionó en la vida, desde vencer la timidez con humor, hasta moverme en el ambiente machista en el que nos movemos, todo conseguí marcarlo con humor y salir triunfante.

-G: Desde el humor se puede decir todo. Y es donde más efecto va a tener: las mayores verdades se pueden decir con humor. Y hay algo sanador en el humor.

 

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