Dos peritos contrastaron el argumento del remisero enjuiciado por homicidio

En la tercera jornada de debate por el crimen de Fernando Waldemar Torres Guerra (49) en el barrio San Carlos de nuestra ciudad, hecho ocurrido el 6 de octubre de 2018 y, por el cual está siendo juzgado -bajo el sistema de jurados populares- el remisero Gabriel Landívar, la figura de la emoción violenta tuvo un protagonismo central.

Sabido que ese es el argumento principal de la defensa del acusado, que busca como objetivo principal ser eximido de las consecuencias penales previstas para la conducta desplegada (dar muerte a otra persona), o al menos mitigar sus efectos con una pena menor, la declaración de dos psiquiatras de la Asesoría Pericial de Tribunales pareció contrastar fuertemente con esa postura.

Es que los expertos se explayaron sobre las diferencias entre esa alteración súbita, que impide recordar y organizar actos, de los llamados crímenes pasionales, donde sí pueden encontrase acciones complejas y planificadas, más allá de que siempre expresan o ponen de manifiesto sentimientos.

“La emoción violenta es un término jurídico, la persona (el acusado) no tiene que entender lo que está haciendo, la situación delictual, el estudio emocional no tiene nada que ver con la foto del hecho, para determinar una emoción violenta se tienen en cuenta otros parámetros”, coincidieron.

Los peritos detallaron que la emoción violenta “es una reacción primitiva ante un riesgo de vida, no muestra signos previos, es súbita, intensa, desesperada, uno actúa como le sale”.

En otras palabras, “un crimen pasional no implica la emoción violenta” y, de darse esta situación por probada, podría dejar sin fundamentación el planteo argumental que esgrimen los abogados de Landívar.

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Por su parte, una psicóloga se refirió sobre las violencias de género, sus distintos tipos y características.

En ese sentido, según fuentes judiciales, marcó presuntos indicadores de vulnerabilidad en la sobreviviente del ataque, amenazas veladas y rasgos de dominación en la relación imputado con quien fuera su pareja.

A su turno, un bioquímico que revisó las muestras de la víctima, dijo no haber encontrado restos de sustancias tóxicas, aunque aclaró que las vísceras estaban en estado de putrefacción y que eso a veces puede incidir en los resultados de las pruebas.

LOS TESTIGOS DEL IMPUTADO

Los voceros consultados por EL DIA destacaron que en esta tercera jornada de debate fueron varios los testigos aportados por la defensa, que declararon ante los miembros del jurado popular.

Entre ellos dos hijos, el hermano y un amigo del imputado, quienes hablaron sobre sus aspectos personales y negaron que sea una persona violenta o que haya maltratado a su exmujer.

El proceso ahora continuará mañana con los últimos relatos, la posible declaración de Landívar y los alegatos de las partes, entre ellos el de la fiscal Victoria Huergo.