Los cruces de la avenida 72 de 1 a 19 están en terapia intensiva, con cráteres y vías rotas

Transitar por las avenidas transversales de la Circunvalación tiene sus riesgos, tanto en 72 como en 31. El problema principal pasa por los cráteres que se formaron a la altura de las vías que cruzan esas intersecciones que generan un peligro cada vez mayor para la vida útil de los vehículos y dispara el porcentaje de riesgos de accidentes de tránsito.

En 1, 7, 13, 19, y en la esquina de 131 y 66, entre las vías hay tremendos pozos que destruyen cualquier amortiguador y sistema de suspensión de los vehículos que pasan por esas esquinas. Casualmente, decenas de miles de autos, camiones, como así también motos y bicicletas circulan por el lugar a diario.

Quienes saben que ahí se topan con una situación de riesgo bajan la velocidad a menos de 10 kilómetros por hora. Eso provoca que la salida de cada semáforo verde se torne cada vez más lenta, crecen los bocinazos y se transforme en una pesadilla para quienes circulan por la zona.

“En 7 y 72 hay más cráteres que pavimento. Pasar por el lugar es toda una aventura de rally, y hay que mirar varias veces hacia atrás porque los roces ocurren a cada rato y a veces esos roces se transforman en choques con golpes violentos. Además, los daños que producen a los vehículos esos pozos son tremendos y es un presupuesto importante para gastar a la hora de reparar amortiguadores y sistemas de suspensión”, dijo Julio Parva, quien circula habitualmente por el lugar.

A la altura de 19 y 72 el amplio tramo de vías de más de 30 metros de distancia pone a prueba la vida útil de los vehículos particulares. Los pozos están cada vez más profundos, hay rieles que están desnivelados y se transforman en estacas que son amenazas para las cubiertas y al llegar al semáforo en dirección ascendente hay un tremendo pozo entre las vías que genera maniobras bruscas de los automovilistas que también tienen que lidiar con una pendiente pronunciada.

PELIGRO EXTRA

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En ese tramo de avenida 19 hay un peligro extra los días de lluvia. Con pocas gotas la zona se inunda, los pozos quedan camuflados y el que no conoce de memoria ese trayecto corre enormes riesgos de terminar en el taller mecánico porque no ven los pozos y caer en alguno de los baches puede significar un dolor de cabeza y un gasto importante para cualquier bolsillo.

LA CRITICA SITUACIóN DE 131 Y 66

En 131 y 66, uno de los pocos cruces que están habilitados por estos días para cruzar del casco urbano a Los Hornos, se plantea un panorama similar a lo que ocurre en los casos anteriores. Allí hay pozos, piedras granuladas y desniveles provocados por antiguos parches que dejaron su huella.

Cristina Pazos, quien habitualmente circula en ambas direcciones para ir a la mañana al trabajo y regresar por la tarde a su hogar, dijo que “hay pocos segundos para cruzar en esa esquina porque s e le da prioridad a los que circulan por la 31 y la 131. Entonces, pasan cinco o seis autos por cada turno de la luz verde hacia Los Hornos. Además, pasan camiones por esa esquina y la situación empeora día tras día”.

Desde la Municipalidad se informó que habrá un plan de mejoras en esos puntos de la Ciudad, en el marco de una renovación de la Circunvalación, aunque por el momento no trascendieron mayores detalles sobre las modificaciones en torno a la 72.

Mientras tanto los conductores deben hacer malabares para cruzar la mayoría de las esquinas de Circunvalación en la avenida 72 y la de 131 y 66 con el fin de evitar serios problemas y accidentes de tránsito.

Noventa

La cantida de metros de ancho que tiene la avenida Circunvalación, tanto en 72 como en 131. Cincuenta metros tiene la rambla que separa los carriles del tránsito vehicular, según datos oficiales.