Un ex ministro de Temer escondía valijas llenas de plata en su casa

BRASILIA.- La Policía Federal brasileña encontró ayer valijas y cajas repletas de dinero (en billetes de 50 y 100 reales, equivalentes a 16 y 32 dólares, respectivamente) en un departamento que al parecer era usado por el ex ministro Geddel Vieira Lima, antiguo y cercano colaborador del presidente Michel Temer. Vieira Lima fue detenido en julio pasado por supuesta corrupción y al mes siguiente fue puesto bajo el régimen de prisión domiciliaria en Salvador.

El dinero, aún no contabilizado, estaba dentro de al menos ocho grandes maletas y cinco cajas, de acuerdo a fotos divulgadas por la Policía Federal tras una operación realizada en la ciudad de Salvador, capital del estado de Bahía, de donde es oriundo Vieira Lima.

Las autoridades explicaron que llegaron a esa vivienda gracias a informaciones recogidas en el marco de una investigación sobre corrupción, según las cuales el inmueble era “usado” habitualmente por Vieira Lima, aunque aún no está claro quién es el propietario.

Miembro del PMDB (Partido Movimiento Democrático Brasileño, de derecha, liderado por Temer), el ex ministro está acusado de obstruir a la Justicia en investigaciones sobre supuestos desvíos de dinero del banco público Caixa Económica Federal, cargos que él niega rotundamente.

TRAFICO DE INFLUENCIAS

Hasta noviembre pasado, Vieira Lima se desempeñaba como ministro de la Secretaría de Gobierno en el gabinete de Temer, pero se vio obligado a renunciar en medio de fuertes presiones surgidas por sospechas de que habría incurrido en el delito de tráfico de influencias.

Vieira Lima, un político que mantiene con Temer una antigua y estrecha amistad, ocupó una de las vicepresidencias de la Caixa Económica Federal durante la gestión de la ex mandataria Dilma Rousseff y fue ministro de Integración Nacional entre 2007 y 2010, en el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.

En tanto, las dudas en torno a los testimonios del grupo frigorífico JBS que acusaron de corrupción a Temer, le dieron ayer un respiro al gobernante y sembraron sospechas sobre la actuación de la Fiscalía y hasta de la propia Corte Suprema. El valor de la declaración ante la justicia de los directivos de JBS fue puesto en tela de juicio por el fiscal general, Rodrigo Janot, quien dijo haber recibido un audio en el que los dueños de la firma hacen “referencias indebidas” a su despacho y a jueces del Supremo y revelan haber “omitido” información en sus testimonios.

Las denuncias de JBS habían servido a Janot para presentar una primera acusación de corrupción contra Temer, que fue rechazada por la Cámara baja, y también para preparar nuevos cargos contra el mandatario, que serían formulados en los próximos días. Sin embargo, el propio Janot admitió que la declaración de los dueños de JBS deberá ser revisada y que, según el resultado, su valor legal podría ser anulado, con lo que se invalidarían los beneficios obtenidos por los empresarios por su colaboración.

Temer, quien está en China, donde asiste a la cumbre del foro BRICS (de las cinco economías emergentes más importantes del mundo), dijo a periodistas que recibió esa información “con la misma serenidad de siempre” y reiteró su “respeto por las decisiones que puedan tomar la Justicia y el Ministerio Público”. Su abogado, Antonio Claudio Mariz, anunció que insistirá ante el Supremo y volverá a pedir la “anulación total de supuestas pruebas” obtenidas contra Temer con los testimonios de los directivos de JBS, que “están viciados y son totalmente inválidos” ante la ley.

Janot, quien concluirá su período en la Fiscalía en 15 días, aclaró no obstante que si bien se comprobó una “omisión de información”, eso no anula las pruebas obtenidas hasta ahora, con lo que dejó abierta la posibilidad de otra denuncia contra Temer. Mariz pretende remarcar el rol en esa trama de Marcelo Miller, antiguo colaborador de Janot que dejó la Fiscalía a fines de 2016, luego trabajó para JBS y en el nuevo audio se sugiere que fue “captado” por los empresarios para facilitar el acuerdo que los salvó de ir presos.