La pareja acusada por el homicidio de un niño de 7 años fue declarada culpable

El Tribunal Oral en lo Criminal III de La Plata adelantó ayer, en audiencia pública, que Gisela Alejandra Alí y su pareja José Antonio Mendoza Pacheco recibirán una condena por el caso del homicidio de un niño de 7 años, hijo de la acusada, conocido en Villa Elvira como “Ricardito”.

Los jueces Santiago Paolini, Ernesto Domenech y Andrés Vitali, por unanimidad, dieron a conocer, cerca del mediodía, el adelanto del veredicto de culpabilidad para ambos procesados.

El próximo lunes, a las 13, el Tribunal dará a conocer los fundamentos del fallo, en la sala de audiencias de la planta baja de los Tribunales de 8 y 57.

De esta forma se mantiene la incógnita sobre la pena que le corresponde a los acusados, ya que en el debate oral, las partes plantearon desde condenas de prisión perpetua (la acusación) hasta la absolución o castigos menores por homicidio culposo o preterintencional (las defensas).

En tal sentido, el fiscal de Juicio de La Plata Martín Chiorazzi, pidió el miércoles de la semana pasada la pena máxima para Alí y Mendoza Pacheco, al considerarlos a ambos autores responsables del delito de “homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento”.

En tanto, la defensora oficial Julia Martínez planteó la absolución de la acusada Alí, al considerar que no hay pruebas para probar la autoría.

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Por su parte, la defensora oficial Verónica Garganta, solicitó para Mendoza Pachelo una pena por homicidio preterintencional.

También se planteó se forma subsidiaria, para el caso en que el Tribunal llegase a pronunciar un veredicto condenatorio, que se aplique la figura del homicidio culposo (por accidente), que se castiga con penas de 6 meses a 5 años de prisión.

Los peritos plantearon perfiles de psicopatía en la pareja que debía cuidar de Ricardito

Durante este debate se recibieron una serie de informes entre los que se destacaron el de los peritos psiquiatras, quienes expusieron un diagnóstico sombrío sobre la salud mental de Alí y su pareja.

Los profesionales plantearon perfiles de psicopatía en la pareja que tenía al cuidado al chico de 7 años -cuando fue víctima de un aberrante crimen, el 3 de noviembre de 2015- y a su hermano de 11.

Concluyeron que la mujer se plantó frente a la requisitoria con la finalidad de mejorar su posición ante el Tribunal, pero que no mostró interés por lo que había sucedido.

Entre los testimonios destacados en las audiencias está el de Mendoza Pacheco, el peruano que había llegado al país poco tiempo antes de ese aberrante asesinato y había iniciado una relación con Alí, luego de que la mujer se separara del padre de los niños, un hombre afectado por una enfermedad crónica.

El dueño de una remisería situada en la misma cuadra (92 entre 12 y 13), donde ocurrió el hecho, dijo que el día en que se declaró la muerte del niño, a las 7, lo vio con vida, junto a Alí y su hermanito, caminando hacia la parada de colectivos.

El vecino vio a Ricardito caer dos veces con gestos de dolor. A media mañana, la mujer pidió un remís y se subió con Ricardito en brazos. Pidió que los llevaran al Hospital de Niños.

Los médicos de ese centro de salud declararon que el chico estaba muerto cuando llegó. Calcularon que llevaba tres horas sin vida cuando ingresó a la guardia. Presentaba más de 20 lesiones y signos de abuso.