Flor de cambio: de militante kirchnerista, a madre torpe y cachonda en las redes

“Hago esto porque quiero, porque pienso esto y porque tengo ganas de ser parte activa de esta nueva Argentina. Creo en este modelo de país”, declaraba, años atrás, cuando Cristina estaba en el poder, la actriz Florencia Peña, metida de lleno en su ¿personaje? de militante comprometida con el que recorrió infinidad de programas serios y actos políticos, en donde, hasta el cansancio, la vimos levantando la manito, haciendo el gesto peronista.

Pero ahora, quizás por la capacidad camaleónica que tienen los actores, ya no la vemos con esa pilcha social, haciendo reflexiones profundas sobre la actualidad del país. Para nada.

Con el paso de los años, y sobre todo desde que el kirchnerismo se fue, la ex Pechocha sacó del placard el disfraz desfachatado que, hoy en día, a sus 43 años, le rinde y ¡cómo!

Recordada muy a su pesar por el video hot triple x que se filtró en 2012, y en el que se la veía desatada en la intimidad sexual junto a quien por entonces era su marido, Mariano Otero, se ríe ahora la Moni Argento de esas picardías, después de haber judicializado el caso, tras largas jornadas de llanto en la televisión, exigiendo protección de la privacidad.

Por eso es que sorprenden, ahora, las osadas producciones fotográficas que protagoniza, en esta nueva etapa de su vida, en la que dijo, disfruta a pleno de su libertad sexual.

Hace pocos meses, Peña fue madre de su tercer hijo, el pequeño Felipe, fruto de su amor con un abogado salteño al que conoció en un casamiento. Ella dijo que le gustó porque la ninguneó y después de un tiempo de chichoneo por fin pudieron concretar.

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En alguna nota dijo que el salteño le trajo más que una alegría a su vida, en una etapa de madurez que vive sin prejuicios y sin miedo al qué dirán.

Madre de un adolescente -Toto, el novio de Juanita Tinelli- y de un preadolescente -Juan-, la actriz no duda en hacer declaraciones explosivas ventilando su intimidad.

“No tuve fantasías con mujeres. Si me hubiera pasado lo hubiese hecho porque no tengo prejuicios”, tiró meses atrás y en el mismo tramo de la entrevista reveló que tuvo sexo en un estacionamiento y aseguró que “se coge mejor de grande”. También dijo que debutó a los 15 años y se refirió al histórico debate acerca del tamaño del pene, para el que dio su particular teoría.

“A veces soy vaga en el sexo, me entrego y digo ‘bueno dale, hacé’. Cuando estoy con ímpetu, soy una topadora”

Flor Peña

Para ella, eso es algo que “está íntimamente relacionado con el encastre. Si vos tenés un tamaño grande y vos sos chiquita, es la muerte. Y si es al revés, si vos sos grandota y el otro chiquito, es lo mismo. Creo que es un encuentro entre dos y ver qué sucede. Tengo amigas que me dijeron ‘este casi me mata’ y la pasaron mal”.

Además confesó que en la cama “no le van” lo chiches y que prefiere el disfraz. “A veces soy más vaga en la cama. Cuando es así, me entrego y digo bueno dale, hacé. Cuando estoy con ímpetu, soy una topadora”, reveló y sumó: “La palabra chancha vale, motiva y la autosatisfacción está buenísima, es necesaria”. Y consideró que “vale incluir un tercero si está charlado”, aseguró que para ella “es una cuenta pendiente”.

Todas estas declaraciones, la actriz, cuya cuenta de Twitter es @Flor_de_P, las acompaña con fotos en las que se muestra ligerita de ropa y en poses atrevidas, explotando otra vez el cuerpo que en sus inicios la catapultó como una de las mejores delanteras de la farándula.

Pero ahora que fue mamá, y que contando cómo es esta tercera vuelta con la maternidad ha dado en las últimas semanas la vuelta por todos los programas de televisión, su perfil no baja la exposición.

En sus redes sociales, además de meter chivos de indumentaria y artículos para el cuidado y aseo infantil, Flor publica fotos y videos de su criaturita, Felipito, a quien esta semana saltaron a defender miles de usuarios de Twitter por el “descuido” de su madre.

La situación fue así: Peña, que estuvo con Marley en Montreal filmando para su programa “Por el mundo”, le daba la mamadera a su hijo, mientras alguien la filmaba para las redes sociales. Ella, más pendiente de la cámara que de su crío, le enchufó la mamadera sin constatar la temperatura de la leche. Y el bebé, pobrecito, indefenso, manifestó su malestar con un llanto angustiante y recién ahí la actriz, madre de tres, se percató de que la leche estaba no caliente sino “re caliente”, como comprobó después de que el bebé llorara como un marrano.

Y en las redes sociales, que no perdonan ni a los maltratadores de animales ni a los de bebés, no se la dejaron pasar y le recordaron lo mala madre que estaba siendo.

“Se cree graciosa y encima boludea con el bebé. No hay manual de madres pero el de esta vejiga es el tercer hijo”; “Flor de madre, nada. Lo quemaste y vas por el tercero ¡¡QUÉ MADRE!!”; “Qué se tomaron que los bebés son un juguete. Que cosa que no me gusta, Flor, ya sos madre y ahora te hacés la que no sabés a que temperatura tiene que estar la leche. Boluda. Le quemaste la boca”, fueron algunos de las críticas que recibió.

Lejos de angustiarse por la torpeza, la blonda, que, como adolescente, se ríe por todo y todo el tiempo, lanzó varias carcajadas como si hubiera hecho una hazaña. A principios de año, cuando el pibe tenía apenas semanas, se rajó a un boliche junto a su amigo Marley, dejando a sendos niños con “amigos” del rubio conductor. En fin...