La agroalimentaria Kellogg’s se va de Venezuela por la crisis económica

El gobierno venezolano tomó el control de la filial de la empresa estadounidense de alimentos Kellogg’s, luego de que ayer cesara sus operaciones por el agudo deterioro económico del país.

Durante un acto de campaña para las presidenciales del próximo domingo 20 de mayo, en las que busca reelegirse, el mandatario Nicolás Maduro dijo que las autoridades reabrieron la planta y que la misma producirá en manos de “la clase obrera”.

Ante miles de seguidores en la ciudad de Valencia (norte del país), Maduro denunció que el cierre busca “asustar al pueblo” en vísperas de los comicios, cuyos resultados no reconocerán EE UU, la Unión Europea (UE) y varios países latinoamericanos, entre ellos Argentina. Y agregó que pedirá una orden de captura internacional contra los dueños y accionistas de la empresa.

El fabricante de cereales, que cubre el 50% del mercado venezolano, cerró ayer las puertas de su factoría en Maracay (130 km al oeste de Caracas), finalizando 57 años de actividades en el país, que durante años fue considerado un paraíso para empresas estadounidenses. En un comunicado, la firma añadió que “todos los activos, compromisos y garantías legales han sido cubiertos por Kellogg’s a favor de sus empleados, clientes y proveedores”.

Aunque la firma dijo que la distribución de productos y el uso de la marca quedan suspendidos, Maduro enfatizó que “Kellogg’s va a seguir produciendo” y que el cierre es ilegal.

La decisión sorprendió a los trabajadores -unos 300- que se encontraron con la reja de la fábrica encadenada y un aviso de cierre. El cierre se suma al de otras multinacionales en los últimos años por la debacle del país petrolero, como las estadounidenses General Motors, Kimberly-Clark y Clorox. Otras, como Coca Cola y Colgate, han cesado temporalmente o recortado operaciones.

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El caso de Kellogg’s impacta uno de los sectores más golpeados por la crisis en Venezuela: el de alimentos, escasos o impagables, ya que el ingreso básico sólo da para medio kilo de carne. La escasez de insumos -que no pueden ser importados por falta de dólares- provoca que el sector privado apenas pueda abastecer 25% del consumo, frente a 70% de 2008. (AFP)