Talleres dio el golpe en la Bombonera y terminó con un largo invicto de Boca

Talleres de Córdoba dio el gran batacazo de la jornada, al derrotar anoche en la Bombonera a Boca por 1-0, gracias al gol de Joel Soñora (hijo de Chiche Soñora, un ex jugador xeneize de los años `80), a los 41 minutos de la segunda etapa.

El conjunto que dirige Miguel Ángel Russo resignó un invicto de 16 partidos sin derrotas, y además, ayer sufrió su primer gol de local en lo que va de la temporada.

Con este triunfo, el equipo de Córdoba pasó a comandar la tabla de posiciones del Grupo 4; mientras que Boca retrocedió al segundo puesto de la clasificación. Se fueron expulsados en el local Agustín Obando y Carlos Izquierdoz, ambos en los últimos minutos

Talleres arrancó mejor que Boca. Se mostró prolijo con la pelota y decidido a “mojarle la oreja” al último campeón del fútbol argentino.

De entrada nomás, Carlos Tevez fue amonestado (iban apenas 10 segundos de juego), por una fuerte infracción sobre Retegui, por lo que jugó prácticamente condicionado. Pero la “T” fue más inteligente en el traslado y en la recuperación del balón. Tácticamente, le cerró todos los caminos a Sebastián Villa (volcado por izquierda), a Carlos Tevez y también a Franco Soldano, metido entre los dos centrales.

A los 4, el colombiano Rafael Pérez se perdió una clara oportunidad con un cabezazo, que se fue apenas por encima del horizontal.

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Sin embargo, Boca respondió a los 8, con una entrada por izquierda de Emanuel Más, pero su disparo terminó en el pecho de Caranta, que salió con rapidez para achicar los espacios.

A Boca le costó acomodarse en el terreno de juego, y ante esta situación, Talleres intentó sacar provecho. A los 13, Mateo Retegui comando un ataque sincronizado, asistió a Parede, pero el brasileño remató desviado. Fue un llamado de atención para la última linea xeneize.

Talleres no se salió de su libreto. Y eso le permitió jugar mejor que Boca gracias al trabajo de Federico Navarro en la mitad de la cancha, al despliegue por derecha de Franco Fragapane y a la peligrosidad permanente de Tomás Pochettino, quien se esgrimió como el mejor jugador de la cancha en este primer capítulo.

A Boca le faltó conexión entre Tevez y Marino. No hubo un patrón de juego consolidado, por esa razón, Villa y Soldano quedaron muy solos en ofensiva porque no lo abastecieron como lo había pedido el entrenador Miguel Russo.

La jugada más clara de Boca se produjo a los 32, después de un cabezazo de Soldano, que Mauricio Caranta, con esfuerzo, desvió al córner. Se esperó mucho más del Boca “muletto”, que en varias ocasiones equivocó el camino. Y Talleres, con mayor reacción y decisión, le pudo encontrar la vuelta al partido, y sobre todo, a un flojo Boca que no encontró respuestas.

Boca volverá a jugar de local el viernes que viene, ante Lanús, a partir de las 19:20

Sobre el cierre del primer tiempo, Agustín Rossi, que no tuvo demasiadas intervenciones, le sacó un tiro libre formidable a Tomás Pochettino, que tenía destino de gol.

MÁS DECIDIDO, PERO...

Boca salió a jugar la parte complementaria con otra determinación. Maroni se adelantó algunos metros más y trató de convertirse en el “armador” para nutrir a Tevez y también a Soldano y Villa.

Pero dentro de ese contexto, el partido fue de tono discreto, con escasas llegadas sobre los arcos. El local, tratando de aprovechar los espacios del rival, y Talleres, apostando a los contraataques.

A los 10, Boca armó la mejor jugada de la noche. Y fue precisamente cuando se juntaron Tevez-Maroni. El Apache controló la pelota por izquierda, se apoyó en Maroni; éste se la volvió a entregar, y cuando se aprestaba a rematar, apareció Tenaglia para desbaratar el intento ofensivo.

De a poco, Boca fue logrando equilibrio colectivo, gracias al crecimiento futbolístico de Maroni. También mejoraron los rendimientos del colombiano Villa (siempre por izquierda) y de Nicolás Capaldo, que no había aparecido en la primera mitad.

Mientras que Talleres se las ingenió para aguantar en el fondo y salir rápido por los extremos, donde Pochettino siguió siendo el jugador más valioso de la noche.

A los 14, Caranta salvó la caída de su arco, después de taparle un mano a mano a Villa. Y en el rebote, Soldano no pudo conectar.

Boca fue justificando de poco su levantada futbolística, a partir de su mayor decisión para atacar y también para lastimar.

Talleres, con el ingreso de Valoyes, encontró frescura al ataque, y en la primera que tocó (a los 19), casi somete a Agustín Rossi con un remate desviado.

A los 25, Miguel Russo movió el banco con los ingresos de Wanchope Abila y del pibe Obando. Justamente el ex atacante de Huracán (a los 27), quedó en posición de gol, pero la pelota le quedó muy atrás y no pudo rematar.

Y el propio Ábila tuvo el gol a los 30, pero su disparo (hizo una demás) se perdió lejos de Caranta. Un minuto más tarde, Tenaglia armó una gran jugada en ataque, “limpió” a tres rivales y cuando pisó el área sacó un violento derechazo que rozó el palo izquierdo de Agustín Rossi.

Pero la definición del partido llegó a los 41 minutos, después de una gran jugada individual de Joel Soñora, que tras “gambetar” a Rossi en el mano a mano, decretó la única conquista. La del triunfo.