La obsesión del Senado: Kicillof apuesta todo a controlarlo

Algunas fuentes oficiales aseguran que el tema se ha convertido en una “obsesión” para Axel Kicillof. Las menos exageradas hablan, simplemente, de la búsqueda de un “escenario ideal”, aunque no definitorio, del rumbo general de la administración, una necesidad política para negociar todo lo que haya que negociar con la oposición desde una posición de mayor fortaleza de la actual. Hablamos de la pelea por el control del Senado provincial, que en las elecciones de este año tendrá una batalla por demás interesante.

La foto de hoy: sobre 46 bancas, el oficialismo contabiliza 20 y la oposición, 26. Nada sale del Senado si Juntos por el Cambio no acompaña. En este turno electoral, se renueva la mitad de la Cámara: 23 bancas. Kicillof suele decir que la Cámara alta le “traba todo”. El macrismo dice que, en verdad, desde su posición de debilidad objetiva allí el gobernador muestra muy poca disposición -casi nula- a negociar políticamente las cuestiones claves, que quiere imponer más que conversar.

La forma en que se integra la Legislatura bicameral bonaerense estipula que las cámaras se renuevan por mitades en turnos electorales alternos y divididos en las ochos secciones electorales bonaerenses. Así, en noviembre próximo elegirán senadores sólo 4 secciones electorales. Las otras 4 escogerán diputados provinciales.

Intramuros, Axel vende optimismo. Asegura que se emparejará la relación de fuerzas en el Senado porque su actual conformación, digamos a favor de Juntos por el Cambio, tuvo un capítulo decisivo en el año 2017, con aquella elección en la que arrasó el macrismo, en especial por su muy buena performance en el interior provincial. Son las mismas bancas que se renuevan ahora.

La faena no asoma tan sencilla para el PJ. Las secciones electorales que eligen senadores son:

-La Primera, al norte y oeste del Conurbano. Tiene una representación de 8 senadores.

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-La Cuarta, al noroeste de la Provincia. Cuenta con 7 senadores.

-La Quinta, al este, incluyendo la zona costera. Renueva 5 senadores.

-La Séptima, justo en el centro del mapa bonaerense. La representan 3 senadores.

Juntos pone en juego 16 escaños y el Frente de Todos, sólo siete.

La verdad es que, salvo la Primera, donde el peronismo puede dar batalla, el resto son zonas muy vinculadas a la producción agropecuaria, de mucha presencia radical, con un voto hasta ahora algo esquivo al kirchnerismo duro.

Es, además, un momento particularmente complicado en la relación del campo con el oficialismo, debido a las políticas nacionales que en las zonas rurales son leídas como perjudiciales para el sector. Como el tope a las exportaciones de carne o las altas retenciones impositivas a la soja y demás granos vendibles al exterior.

También es verdad que la Primera es, desde el punto de vista electoral, bastante más importante que el resto de las secciones. Allí votan 4.700.000 personas. En las otras tres secciones, todas juntas, el padrón suma algo asi como 2.100.000 electores. En la Primera, Axel candidatea como cabeza de lista al Senado a Luis Vivona.Segunda va su ministra de Gobierno, Teresa García. Es un mensaje.

En la Gobernación, de hecho, tienen centradas altas expectativas en la Primera. Se entiende: en el año 2017, cuando se eligieron los senadores que ahora se renuevan, Juntos obtuvo el 41,44% de los votos y se quedó con 5 de las 8 bancas en disputa. El kirchnerismo sacó el 36%. Pero, detalle, el peronismo iba dividido porque el massismo, que entonces defenestraba a Cristina Kirchner, jugó por su cuenta y sacó 12.1%. Esa zona, se supone, es en la que se hace fuerte Sergio Massa.

VUELTAS DE LA POLITICA

Ahora, por esas curiosas vueltas de la política, cristinismo y massismo van unidos. Por eso Axel, en su análisis mas optimista, cree que la elección podría hasta darse vuelta respecto a hace cuatro años. Además, contribuyendo a esa mirada positiva, en 2019 el Frente de Todos recuperó municipios de esa sección que eran manejados por Juntos, como Morón, Pilar o Luján.

La conformaciòn actual dice que, por la Primera Sección, Juntos tiene 5 bancas senatoriales y el Frente de Todos ostenta tres.

Lo dicho: otra es la historia en el interior provincial. De los actuales 7 senadores de la Cuarta Sección, Juntos tiene 5 bancas y el kirchnerismo, dos. En el gobierno provincial creen que la alianza con Massa, de buena presencia pasada en lesa zona, ayudaría a sumar alguna banca más. Pero los citados resquemores rurales y la buena presencia radical contrabalancean ese análisis.

Axel y su equipo se vienen enfocando mucho en el interior. Pero, objetivamente, la agenda de temas a abordar resulta un poco acotada por la realidad de económica general y la situacion agraria en particular. El gobernador y su vice, Verónica Magario, se reparten las visitas a los distritos “difíciles”. Un eje central del discurso oficial electoral se basa en los “beneficios” de la campaña de vacunación contra el Covid. Más allá de que, a grandes rasgos, se evidenció un poco lenta, saben que en las pequeñas ciudades del interior hay un alto procentajes de vecinos vacunados. Todo es más fácil cuando el pago es más chico.

Este fuerte discurso reivindicatorio de la vacunación se vió recientemnte, por ejemplo, en las visistas de Kicillof y Magario a la Quinta y Septima secciones electorales. A priori, dificiles para el Frente de Todos.

En cantidad de municipios controlados, en la Quinta hay mucha presencia radical: Tandil, Ayacucho, Rauch, Belgrano, Lavalle, Balcarce, Lobería, Madariaga y demás. Los amarillos manejan la cabecera, Mar del Plata (General Pueyrredón), el segundo distrito con más votantes de la Provincia. En la Legislatura, la Quinta tiene 3 senadores de Juntos y 2 del PJ. Para meter un senador, se necesita sacar allí un piso de 20%.

El problema es la Séptima. El piso es de 33,3% y, si ninguna segunda fuerza llega a ese porcentual, los tres senadores van para el ganador. Es lo que pasó en 2017. Por eso las tres bancas de esa sección actualmente son de Juntos. Y es, acaso, la zona más anti K de toda la Provincia. El Frente de Todos juega allí una carta fuerte: la boleta la encabeza el ex intendente de Bolivar y actual diputado nacional, Eduardo “Bali” Bucca, un ex randazzista que pegó el salto al redil kirchnerista. Juntos debe dirimir la PASO de septiembre entre el actual senador de origen radical Alejandro Celillo, y un funcionario de Olavarría, la ciudad más importante de la Sección manejada por el PRO, Diego Robbiani.

Fuentes de la Gobernaciòn aseguran que el escenario de mínima ideal para Axel es que el Senado quede conformado así: 23 bancas para el Frente de Todos y 23 para Juntos. En ese esquema, todo lo que salga por la mínima mayoría puede definirse con el voto de desempate de la vicegobernadora Magario. Desde ya, tener la mayoría absoluta, 24 manos, sería para el gobierno lo realmente deseable. Con ese número podría completar las muchas vacantes del sistema judicial bonaerense, incluyendo los estratégicos tres sillones vacios (por fallecimiento o renuncia de sus miembros) de la Suprema Corte de Justicia. Negociaría, se explica en la gobernación, desde una posición de fortalecimiento que le daría la mejora numérica en la Cámara Alta.

dos tercios

El tema es los dos tercios, 31 bancas, un número que es indispensable para aprobar algunas de las cuestiones pendientes super importantes y que, se vaticina, no podría alcanzar por sí sola ninguna fuerza política.

Dos tercios se requiere, por ejemplo, para destituir al Procurador de la Corte, el jefe de los fiscales provinciales, Julio Conte Grand, cercano a Juntos. Esa sí es una obsesión de Kicillof, que lo tiene apuntado desde que asumió. También, para completar el directorio del Banco Provincia, cuya tradición dice que oficialismo y oposición se reparten los nueve lugares, pero Axel nunca avanzó con esa negociación, al punto que hoy no tiene quorum para funcionar correctamente. Y, claro, para votar las autorizaciones de endeudamiento cada año.

Kicillof es optimista en dar vuelta la composición de fuerzas en el Senado

Las secciones Cuarta, Quinta y Séptima renuevan senadores, todas “difíciles” para el PJ