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Opinión |PANORAMA NACIONAL

Cristina termina de diferenciarse del rumbo económico y modela un relato propio para 2023

La ex mandataria no sólo criticó al Presidente, también sugirió que no califica como adversario político y consolidó un perfil opositor interno. Mientras, la oposición busca imponer la boleta única de papel para evitar maniobras fraudulentas en los comicios

Emiliano Russo

Emiliano Russo
efrusso@eldia.com

8 de Mayo de 2022 | 02:52
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En la conferencia que brindó desde Resistencia al recibir el Doctorado “honoris causa” de la Universidad de Chaco, Cristina Kirchner incurrió en algunos errores como que la inflación subió un 38 por ciento, ya que el INDEC que ella defendía en aquella época informó que el incremento había sido del 23,9 por ciento.

Tampoco reparó en su cuestionamiento pasado a la Constitución peronista de 1949, que como presidenta criticó porque “limitaba el derecho de huelga”.

Como sea, la Vicepresidenta ganó la atención pública en su exposición académica para marcar diferencias con el rumbo económico acordado por el Gobierno y el FMI que, concluyó, ha defraudado a los votantes del Frente de Todos y “por primera vez hace que trabajadores formales sean pobres”.

DURAS CRÍTICAS

Sin nombrarlos, defenestró a los ministros Martín Guzmán (Economía) y Matías Kulfas (Producción) por no haber podido controlar la regresiva distribución del ingreso. A este último incluso lo acusó de volcarse al interés del capital en la puja distributiva en detrimento de los intereses de los asalariados. Aunque su sector no explicitó todavía un programa de gobierno que detalle las posibles decisiones en el campo de lo económico.

Aunque enarboló un discurso duro contra la Casa Rosada, remarcó que no protagoniza una “pelea” con el Presidente sino en todo caso, un “debate” por el rumbo que debería tener su administración para cumplir con el contrato electoral con el que el peronismo volvió al poder, en 2019.

En el cristinismo, con todo, repiten que no quieren una ruptura porque son actores fundacionales del Frente de Todos. Pero todas las acciones muestran a sus referentes despegarse del Gobierno y resguardarse en el relato de “la década ganada”, articulado durante los mandatos de Néstor y Cristina Kirchner, para construir una alternativa electoral en 2023 independiente de una eventual candidatura de Alberto Fernández y del justicialismo. Por las dudas, el sello de Unidad Ciudadana, que volvió a flamear en la militancia congregada durante el acto realizado en la universidad chaqueña, está a mano para la alquimia electoral que termine definiendo la Vice el año próximo.

En el oficialismo no quieren saber nada con el proyecto que impulsa la boleta única de papel

 

PÉRDIDA DEL PODER ADQUISITIVO

Justamente el kirchnerismo utilizará la persistente pérdida de poder adquisitivo para pegarle al Ejecutivo y reclamar acciones de intervención directa en la economía: ya sea con mayores controles a los formadores de precios, proyectos para adelantar la suba del salario mínimo o recrear una moratoria previsional. Todo sin considerar los planes del ministro Guzmán o la enunciada necesidad de bajar la inflación que aumenta peligrosamente.

En estas circunstancias lo peor que puede pasar es incentivar la carrera de precios y salarios que según los expertos y las experiencias vividas por los argentinos siempre termina perjudicando a los asalariados, que nunca logran alcanzar las subas de precios que perjudican aún más a los informales.

Se trata, en última instancia, de un exponente más de la carrera de precios y salarios en la que está inmersa la economía. Para los expertos, esta dinámica termina perjudicando a los asalariados, que nunca logran alcanzar a la suba de precios, y mucho más a los informales.

POSTERGACIÓN Y ENOJO

Mientras, Alberto Fernández exhibe cada vez una mayor concentración en la gestión y congela los cambios de gabinete que había prometido a sus incondicionales. Esa postergación ha enojado a más de un integrante de su mesa chica que anhelaba un empoderamiento del jefe de estado.

Mañana comenzará una gira por España y Francia, que ha sido tildada de “improvisada” desde adentro del Gobierno, pero que le sirve para “distender” el enfrentamiento con su Vicepresidenta. Justamente la ex mandataria quedará al mando de la Presidencia cuando el Indec informe el próximo jueves el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de abril que, se estima, orillará el 6 por ciento.

En este marco, la reunión de gabinete convocada el último miércoles por Juan Manzur no pudo ocultar rostros enjutos y, de alguna manera, pareció una postal forzada de unidad. La dura advertencia que habría dado el jefe de gabinete a los ministros al finalizar el encuentro, “esta es la política, al que no le gusta se vaya”, fue desmentida horas más tarde por un sector del oficialismo y atribuida a una estratagema comunicacional de la vocería presidencial, a cargo de Gabriela Cerruti. La ex diputada genera cierta antipatía entre algunos integrantes del equipo de gobierno.

Cristina aseguró que no protagoniza una “pelea” con el Presidente sino un “debate”

 

Hubo un pedido del Presidente para que el jefe de los ministros levante el perfil y se muestre como el primer defensor de un gobierno que viene siendo castigado desde adentro. Porque el kirchnerismo, aunque exponga la mejor cara de opositor, es parte integrante de esta administración. No sólo por manejar las “cajas” del Pami o el Anses sino por ser la “parte mayoritaria” del FDT. Junto con el massimo, reclaman al Ejecutivo la institucionalización de la coalición oficialista. En el entorno del jefe de estado lo rechazan, “no algo es prioritario”, y aducen que hoy se está construyendo una “unidad de abajo para arriba”. Traducido, no quieren un gobierno colegiado, para el que hasta habría que reformar la Constitución Nacional si se le diera funcionamiento institucional.

BOLETA ÚNICA

Sí parece haber coincidencia en ambas trincheras oficiales en el rechazo al proyecto de boleta única de papel que promueve la oposición en Diputados. Juntos por el Cambio y espacios como el interbloque federal, donde tallan Florencio Randazzo y Alejandro “Topo” Rodríguez, lograron aprobar la moción que obliga a las comisiones de la cámara baja a debatir el tema desde el próximo miércoles.

La iniciativa busca terminar con las listas sábana, el robo de boletas y promover una mejor calidad democrática en las elecciones nacionales. Pero como admitió Rodríguez, quedan dudas si su eventual aplicación no demoraría los tiempos de votación.

DIFERENCIAS EN JUNTOS POR EL CAMBIO

El debate parlamentario del régimen de fomento a la construcción, asimismo, expuso nuevamente diferencias en JxC: sólo el PRO, a contramano de la UCR y la CC, terminó acompañando al oficialismo en esta iniciativa. Esta suerte de “blanqueo” para impulsar la actividad no es el único motivo de discordia en el seno de la coalición opositora.

Ayer Mauricio Macri recibió al Premio Nobel Mario Vargas Llosa, político peruano y referente del espectro liberal, en su quinta de Los Abrojos. Estuvieron presentes el peronista republicano Miguel Pichetto pero también el radical Alfredo Cornejo.

Llamó la atención la ausencia de Patricia Bullrich, quien desde hace tiempo puja por una alianza del armado opositor con el libertario Javier Milei. Armado que descartó Ernesto Sanz sin nombrar a Milei diciendo “acepto las ampliaciones de Juntos pero jamás coincidiré con disolver el Banco Central o privatizar la enseñanza”. Al ex jefe de estado no le cayó bien que en su momento la ex ministra de Seguridad lo “jubilara” de la política.

Mientras dio de baja las negociaciones con Nación por los fondos coparticipables que les fueron sustraídos a la CABA en 2020, Horacio Rodríguez Larreta apuesta a un fallo de la Corte Suprema de Justicia que habilite la restitución de esos fondos federales a las arcas porteñas. Mientras, ultima negociaciones con la propia Bullrich para intentar bajar la tensión de la interna del partido amarillo con vistas a la definición de las candidaturas presidenciales. Ha dispuesto que su mano derecha en el gobierno porteño, Fernando Straface, opere como interlocutor con la líder del PRO.

Con un Macri que aún muestra cierta ambigüedad respecto a una eventual candidatura en 2023, el alcalde porteño busca no ahondar conflictos con la por ahora principal competidora a sus ambiciones presidenciales. Pero después de la interna del PRO si la hubiera le espera aún la interna con el radicalismo.

 

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