Gimnasia sumó y sólo piensa en Boca

Junín, enviado especial

fache@eldia.com

La mira, claramente, no estuvo en Junín. Y está bien. El partido de la Copa Argentina no tiene día después. En cambio, los puntos perdidos ante Sarmiento se pueden recuperar, en posición de ese objetivo que tampoco es una certeza: llegar a la edición 2025 de la Copa Sudamericana. El Lobo empató 1-1 en su visita al Verde un resultado que no suma para nada pero que no perturba tampoco en absoluto.

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Gimnasia buscó llevarse algo y lo logró, con un 90% de equipo alternativo. Jugó de mayor a menor, aunque en el final los ingresos de titulares le dieron otra fisonomía que no alcanzó para torcer un empate justo, sin rendimientos superlativos, con algunos habituales suplentes que se destacaron y con la chance de que algunos titulares tuviesen ritmo de fútbol tras varias fechas de inactividad.

Fue un partido trabado en el que pocos tuvieron lucidez para intentar poner la pelota contra el suelo. Aún así, desprolijos y plagados de errores de manejo, ambos intentaron llegar al arco rival.

Con más movilidad, Gimnasia pareció en el inicio un poco más ambicioso, gracias a un par de desbordes del pibe Corbalán, el juego que intentó generar el Pata Castro y las ganas de Franco Troyansky.

Justamente, un centro desde la derecha de Zalazar tuvo un flojo cierre de Méndez y, como venía, le pegó Franco Troyansky. Algo mordido, el remate fue tan ajustado que dió en la base del caño derecho de Acosta y se metió gracias al efecto que traía. El 1-0, con el primer gol de Troyansky en el Lobo, fue muy festejado por todo el plantel, cerquita del banco de relevos.

Fue el justo premio para Troyansky, que se mostró muy movedizo en ese tramo inicial del juego. Incluso, tuvo un cabezazo tras el gol que fue a las manos de un bien ubicado Acosta. El delantero, que casi no tuvo chances en los últimos meses, se convirtió en un problema para la defensa verde.

Desbordado, Sarmiento no encontró la forma de encontrar a Troyansky, que cada vez que pudo se tiró atrás tuyo le quitó referencias a los centrales locales. Así, salió para recibir, giró y sacó el disparo que exigió a Lucas Acosta contra su poste izquierdo.

Sin embargo, cuando parecía que Gimnasia encaminaba el partido, sobre los 34 minutos Sarmiento movió la pelota, llegó el centro desde la derecha y Nicolás Gaitán, de cabeza, puso la pelota lejos del alcance de Insfrán para el 1 a 1.

Y casi Sarmiento encuentra el segundo, cuando Corbalán cerró de cabeza e Insfrán tuvo que esforzarse en dos tiempos para evitar el tanto del conjunto local.

El final de la etapa encontró mejor a Sarmiento. Un desborde desde la izquierda dejó pagando a Cabral y Canto rechazó en la línea cuando Insfrán no tenía nada que hacer. Para Gimnasia, fue una actuación de mayor a menor, con algunos rendimientos en deuda y una buena labor de Troyansky.

El comienzo de la segunda parte fue nuevamente flojo, con foules tácticos que hicieron muy cortado el juego y con fallas en el manejo del balón en ambos equipos. Sarmiento intentó algo más, con Gimnasia, por momentos, en una postura contragolpeadora.

Antes de los 15 minutos, Méndez decidió mover el banco y darle minutos a Pablo De Blasis y Matías Abaldo quienes ingresaron por Castro (muy aplaudido por los hinchas de Sarmiento) y Valentín Rodríguez, otra vez perdido en una posición de extremo izquierdo que le sigue dando la espalda.

Con los cambios, creció Gimnasia, que llegó con una combinación entre Troyansky y Abaldo que no llevó peligro y un remate de Nicolás Garayalde que el arquero Acosta rechazó al córner.

Rodrigo Castillo, que por primera vez fue al banco, y Leandro Mamut ingresaron por Troyansky y Garayalde. Enseguida, Cabral le sacó del buche el gol a Lisandro López después de una pelota que bajó el ingresado Ezequiel Naya.

La última variante fue el ingreso de Juan de Dios Pintado por Corbalán, que salió acalambrado. Así, fueron varios los jugadores preservados que terminaron jugando algunos minutos en Junín.

Nelson Insfrán salió bien y desvió un centro muy peligroso, cuando Naya y Licha López iban a buscar el cabezazo para el segundo. El partido se hizo todavía más desordenado y dependiente de arrestos individuales.

En el final, un remate de Augusto Max -otra vez de buen partido- desde muy lejos casi se clava en el ángulo superior izquierdo del arco local. Fue la más clara del segundo tiempo y no solamente para el conjunto tripero.

Quedaba una bola más, que Gustavo Canto sacó al córner una pelota imposible en una contra en la que Insfrán no llegaba y Sarmiento ya sentía que sumaba de a tres. El resultado final terminó siendo justo en un encuentro en dónde lo único que abundó fue la pobreza de ideas.

Deberá ser otro Gimnasia el del miércoles, en el partido más importante del año. Un partido “grande”, que nadie se quiere perder y que necesita de la vuelta de varias individualidades a su mejor nivel para que el juego más importante del año sea el siguiente

Lo más destacado del partido fue haber sumado con un equipo casi alternativo

Para derrotar a Boca el equipo de Méndez tendrá que recuperar su mejor versión