Robó dos sándwiches de milanesa y a una cuadra armó un escándalo en un bar

Un hombre de unos 30 años, a quien acompañaba otro de similar edad, hizo vivir un pésimo momento a quienes lo atendieron ayer al mediodía en dos comercios -ubicados a 50 metros de distancia entre sí- cercanos a Plaza San Martín.

De acuerdo a lo informado a este diario por los damnificados, primero los delincuentes llegaron hasta la panadería “Francis”, que está ubicada en la esquina de Diagonal 79 y 55.

Mientras uno de ellos se quedó en la vereda “de campana”, el cómplice entró resuelto al local.

Así, al ser atendido por el encargado, le pidió que le regalara algo para comer.

En tal sentido, Fernando, encargado de la panadería, hizo saber a EL DIA que “como todos los días están viniendo a pedirnos comida, le dije que no podía darle nada, a lo sumo un pan, porque después el dueño me lo cobraba a mí”.

La respuesta enfureció al ladrón, que tras recriminarle al encargado del local que no accediera a lo pedido, “agarró por su cuenta dos sándwiches de milanesa y salió corriendo para la calle, donde lo esperaba el compañero”.

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Fernando no dejó pasar por alto que el ladrón, antes de escapar del negocio, “me dijo que me guarde el pan que le ofrecí, utilizando una frase grosera”.

SILLAS AL AIRE Y AMENAZAS

Lejos de conformarse con haber sacaro mercadería para el almuerzo sin pagar, ambos ladrones caminaron 100 metros para detenerse frente al bar “El Gran Mingo”, situado en la esquina de Diagonal 79 y 54.

Juan, el propietario de ese comercio que está a pocos pasos de Plaza San Martín, le contó a EL DIA los detalles de los incidentes.

Al respecto, dio a conocer que, al igual que minutos antes en la panadería, uno de los sujetos ingresó al bar y el restante se quedó atento en la puerta.

Pero lo que más sorpresa generó entre el personal que trabajaba a esa hora en el local, “antes de meterse acá, agarraron sillas nuestras que estaban en la vereda con las mesas y las tiraron contra una ventana de vidrio del frente”.

“Por suerte, la ventana estaba levantada, por lo que las sillas pasaron de largo y quedaron en el piso del salón”, explicó.

Una vez dentro del comercio, “este tipo fue hasta la mesa donde almorzaba una familia para simplemente molestar. Se ve que les pedía dinero o algún alimento, pero antes que les robara aparecí y a este tipo lo saqué a la calle”.

Fueron los momentos de mayor tensión, porque de acuerdo a lo revelado a EL DIA por el comerciante “me dijo con tono desafiante `te voy a matar`, pero en ningún momento sacó algún arma”.

No obstante, Juan comentó que alcanzó a ver que el delincuente que lo intimidó verbalmente “tenía dibujada una pistola en la cintura”.

En ese bar se indicó que luego llegó a la escena un patrullero, pero el personal policial salió a la búsqueda de los sospechosos, pero sin encontrarlos.

“Acá, hasta ahora, sólo tuvimos algunos robos a clientes”, indicó.