Amigarse con el aburrimiento: claves para pasar las vacaciones en casa

¿Qué hacer con los chicos en casa? es la pregunta que sobrevuela todos los hogares durante las vacaciones. Planear juegos, visitas a familiares, viajes o anotarlos a la colonia son las opciones que se encuentran al alcance de la mano para evitarles largas jornadas de aburrimiento.

Es de esta forma que lo que para los chicos es el momento más esperado del año para los adultos se vuelve una verdadera pesadilla, a dónde llevarlos, cómo ocupar su tiempo y como hacer para mantener cierta rutina que sea compatible con los horarios de los adultos.

Para empezar los especialistas recomendaron a los padres no enloquecerse planeando cosas, muchas veces es mejor hablarlo primero con los chicos preguntarles que quieren, quizás sus deseos no están tan alejados de las posibilidades de los adultos y solo quieren pasar un verano tranquilo, sin ser corridos por los horarios de las actividades tal como ocurre a lo largo del año.

No cargarlos de cosas, que tengan tiempo de ocio e incluso de aburrirse puede resultar beneficioso para los más pequeños. “Lo que se puede hacer cuando los niños tienen mucho tiempo libre es planear actividades pero que sean de esparcimiento, recreativas, que bajen los niveles de estrés que tienen en su infancia”, recomendó al respecto el psicólogo Mel Gregorini ya que si bien no se piensa mucho en eso “el nivel de estrés que tienen durante todo el año es muy alto, porque tienen mucha carga horaria y obligaciones” tanto entre la escuela y las actividades extracurriculares, por lo que “todo lo que sea actividad de esparcimiento hoy en día, que puedan quitar toda la energía que acumularon durante todo el año, es lo más recomendable”, aconsejó.

Siguiendo por esa línea de no perder de vista que las vacaciones son tiempo de descanso, Gregorini completó: “La verdad que no es recomendable cargar de actividades a los chicos en esta época del año, sino que al contrario, que vayan a una colonia, que se dispersen, que hagan deporte, porque se agotan psíquicamente y ese agotamiento a la larga termina siendo improductivo ya tienen que empezar el año de la mejor manera posible y eso es sin tanta presión ni estar tan cargados de actividades”.

“El aburrimiento es saludable”

“¡Estoy aburrido!” debe ser una de las frases y reclamo que más escuchan los padres en época de vacaciones y lo que los lleva a intentar llenar todo el tiempo de ocio con cosas para hacer. Pero para el psicólogo que es importante amigarse con esta sensación.

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“Hay que tener tolerancia al aburrimiento, a pesar del temor que pueda generar, se puede trabajar para convertir ese espacio de aburrimiento en algo creativo”, señaló y añadió: “El aburrimiento no es nada anormal ni malo, sino que todo lo contrario es algo esperable que un chico se aburra. Lo que hay que tener es ingenio para poder derivar ese aburrimiento otras actividades”.

¿Cómo se hace para sacar un saldo positivo de esta situación? En principio “no hay que facilitarle tanto las actividades, ni dejarlos que estén todo el día con la tecnología” sino que resulta fundamental que “puedan tomar oxígeno, que vayan a una plaza, que puedan distenderse y no estar tanto encerrados en tablets, ni en computadoras, ni en play, sino que tengan la mayor oxigenación posible”, detalló.

Pero lo fundamental para poder sacar algún beneficio de estas situaciones es “no evitarles la sensación de aburrimiento, porque cuando el chico se aburre en verdad lo que hace es demandar algo y a esa demanda los adultos tenemos que tomarla y contextualizarla en el mundo que ellos tienen. Al bajar a la realidad su reclamo de aburrimiento podemos ver qué es lo que nos están demandando en verdad y comprender qué es lo que le pasa al chico en ese momento, qué significado tiene el aburrimiento, por qué se está aburriendo”, indicó.

Una vez que se le saquen toda la carga negativa a esta sensación tanto los chicos como los padres van a poder ver que en el fondo “el aburrimiento es saludable” aseguró el psicólogo. Lo es porque “genera que se mueva toda la esfera cognitiva, intelectual de los chicos y que puedan volver a hacer actividades nuevas con el aburrimiento. Por eso termina siendo algo positivo para los chicos”, sostuvo.

Por último, Gregorini esgrimió que “parece que el chico aburrido es un problema a la familia, a los que los rodean. Pero en realidad el aburrimiento genera creatividad. Es de donde uno parte de la iniciativa para que un chico se vuelva más creativo, más adaptado al mundo de hoy”. Por lo que por más que se pueda cargar a los niños de actividades y juegos, los chicos en algún momento “tienen que aburrirse”, cerró el especialista.