Declararon los testigos del jury al camarista Ordoqui

En la antesala al juicio oral a los integrantes de la denominada Megabanda, que comenzará el mes entrante en La Plata, un juez del tribunal de Casación bonaerense, que también tendría conexión con esa investigación, la cual provocó un verdadero cisma en la Justicia Penal de nuestra ciudad, comenzó a ser sometido -desde el lunes- a un proceso de enjuiciamiento por el presunto otorgamiento irregular de beneficios a detenidos por delitos graves, cuyas causas pasaban por su despacho.

Se trata de Martín Manuel Ordoqui, quien, aunque está suspendido en su cargo desde hace varios años y, sufre un embargo del 40 por ciento en sus haberes, mantiene los fueros intactos, por lo que no pudo ser detenido, como sí le pasó a César Melazo, quien aguarda en la cárcel el inicio del debate como supuesto líder de una organización dedicada al robo de casas y autos y que era integrada, según la pesquisa, por autoridades judiciales, policías y ladrones.

Ordoqui, cabe destacar, estaría mencionado en varios de los mensajes hallados en los celulares secuestrados en el marco de ese expediente, por lo que su situación aparece como comprometida, aunque no será uno de los que, el próximo 9 de septiembre, esté sentado en el banquillo de los imputados.

Tal vez, según algunos comentarios en ámbitos tribunalicios, su turno llegaría en un segundo debate, a partir de un desprendimiento de las actuaciones originales.

Respecto del jury, que puede destituirlo y dejarlo a las puertas de un arresto, la acusación es impulsada por el Procurador General de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, mientras que la defensa está a cargo del abogado de la matrícula, Alejandro Montone.

El jurado está presidido por la jueza de la Suprema Corte provincial, Hilda Kogan, e integrado por los abogados Juan Emilio Spinelli, Diego Paulo Isabella, Ricardo Farris, Hugo Galderisi y Fulvio Santarelli.

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Completan el cuerpo los conjueces legisladores Daniel Lipovetzky, Abigail Gómez y María Eugenia Brizzi en mandato de la Cámara de Diputados, mientras que el Senado es representado por Nidia Moirano y Gabriela Demaría.

Con todos los testimonios brindados en el Cuerpo, tanto por la acusación como por la defensa, el próximo martes, a las 14.30, se desarrollarán los alegatos de las partes.

Uno de los principales relatos fue el de la fiscal Betina Lacki, quien contó con lujo de detalles cómo fue la investigación del crimen de Juan Farías, ocurrido el 2 de diciembre de 2010, en un edificio de La Loma, que la llevó a descubrir graves irregularidades en la instrucción, que había comenzado su antecesor, Tomás Moran, quien terminó preso.

Atando cabos, sobre todo a partir del resultado de las escuchas legales, Lacki obtuvo más elementos de cargo, que la impulsaron a denunciar a Ordoqui (ayer se descompensó), a su secretaria y, por entonces pareja, Eugenia Mercado, y a Lidia Perna, la primera imputada colaboradora en la historia judicial de La Plata, entre otros, quienes sí fueron detenidos, por “hacer valer sus influencias por el rol que cada uno ocupaba dentro de sus ámbitos laboral y social” y así “mejorar la posición de varios imputados en causas penales”, se presume, a cambio de dinero.