La Plata llegó a su cincuentenario en una época desafiante

La enorme crisis financiera desatada en 1929 en Estados Unidos conocida como la Gran Depresión, tuvo en nuestro país, con su economía basada en las agroexportaciones a Inglaterra, un impacto amplificado y tal circunstancia, desde luego, repercutió en nuestra ciudad de la que, puede decirse, todavía estaba empezando a caminar.

Es que hacia 1930, La Plata aún era un “pueblo grande”, con servicios públicos deficientes, transporte basado en tranvías, innumerables mateos (carruajes tirados por un caballo) y “coches de alquiler” (taxis). Pese a esas circunstancias su población crecía paulatinamente a ritmo sostenido y, aunque entre 1914 y 1947 no se realizaron censos, se estima que en esa época residían aquí unas 225.000 personas, con un porcentaje de extranjeros (en su mayoría italianos y españoles) que rondaba el 20 por ciento (ese guarismo en 1914 era del 36,7 por ciento). Era la cuarta ciudad con mayor población del país, después de Buenos Aires, Rosario y Córdoba.

Planes urbanísticos sobraban, pero no había fondos públicos para encararlos, al punto que en 1932 la Catedral, obra iniciada en 1885, estaba lejos de ser terminada.

La higiene en las calles era realmente mala, debido a la proliferación de mateos y de todo tipo de carruajes de tracción a sangre, que años después serían lentamente reemplazados por camiones y camionetas. La Avenida 7, por ejemplo, debía ser limpiada de excrementos equinos por tres cuadrillas municipales cada dos horas, desde las 8 hasta las 20 en el tramo que va entre las plazas Italia y Rocha.

EL HIPÓDROMO

Pero paradójicamente, fueron los caballos, de carreras en este caso, los que posibilitaron una nada desdeñable reactivación económica en un sector de la Ciudad porque precisamente en 1930 reabrió el Hipódromo, luego de que en 1927 el Congreso Nacional aprobara la intervención federal de nuestra provincia, disponiendo en la norma, entre otras varias controversiales cuestiones, la prohibición de funcionamiento de todo tipo de circos hípicos en el ámbito bonaerense.

La reapertura se produjo, como se dijo, en 1930, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación apoyara una apelación realizada por el Jockey Club, en su carácter de concesionario de la explotación del complejo hípico.

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De ese modo, el Jockey introdujo grandes avances en el Hipódromo que obraron como un polo de atracción de miles de apostadores porteños que viajaban a La Plata en los días de carreras.

Entre 1931 y 1932 se construyó la primera tribuna popular; en 1934 la tribuna oficial para socios y autoridades; y en 1939 se inauguró el llamado Paddock, en el que se instaló la primera escalera mecánica en La Plata.

Por otra parte, en 1934 el Jockey Club obtuvo la tenencia por 20 años de una parcela pública en Punta Lara, en donde se construyó la sede náutica, más conocida como “el balneario”, con una obra que estuvo a cargo del arquitecto Luis Pico Estrada.

CELEBRACIÓN DEL CINCUENTENARIO

Como un claro reflejo del estancamiento en el que se encontraba La Plata al comienzo de la década de los años 30, la celebración del cincuentenario de la Ciudad, el 19 de noviembre de 1932, tuvo realmente poco brillo.

Ese día la Catedral se “inauguró oficialmente”, pese a encontrarse aún inconclusa, porque, entre otros aspectos muy importantes, le faltaba nada menos que el piso, la mampostería de amplios sectores del templo y, desde luego, las torres laterales, las que debieron esperar más de medio siglo en ser construidas.

Luego del cincuentenario las obras en la Catedral prosiguieron a muy lento ritmo, para ser interrumpidos indefinidamente a fines de la década.

El “festejo” se completó con la colocación de la piedra basal del monumento a Dardo Rocha en la plaza del mismo nombre, un desfile militar y la inauguración del obelisco de 15 metros de altura en 6 y 50, construido por el Centro de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires en homenaje a los profesionales que intervinieron en el trazado y construcción de La Plata.

Por su parte, el Correo Argentino homenajeó a nuestra ciudad en sus primeros 50 años de vida con la creación de un sello postal de 30 centavos con el rostro de perfil de Dardo Rocha, aunque la estampilla recién entró muy restringidamente en circulación al año siguiente.

BANCO PROVINCIA

Como la Ciudad tenía un mayor movimiento comercial y financiero por el crecimiento demográfico experimentado, el Banco Provincia, que había ido ganando miles de clientes, se vio obligado a realizar una histórica remodelación de su enorme hall central de la planta baja de la sede de 7 entre 46 y 47.

De ese modo, se llevó a cabo entre 1932 y 1936 una obra mediante la cual se dispuso que las diversas oficinas se instalaran en la zona central del amplio espacio, mientras que la atención del público quedó ampliada a todo el extenso perímetro del hall.

LOS PRIMEROS MICROS

El 3 de febrero de 1934 comenzaron a circular en La Plata los primos micros, correspondientes a las líneas 1 y 3, aunque esta última cerró meses después, en agosto de ese año.

Entre 1934 y 1940 la Municipalidad autorizó el funcionamiento de poco más de 20 líneas privadas de micros. Las primeras unidades en circular en las calles platenses tenían sólo once asientos, pero rápidamente se fueron agregando vehículos de mayor capacidad.

Con el tiempo y paulatinamente fueron cerrando líneas con escasa rentabilidad hasta quedar la mitad del número original.

REACTIVACIÓN

Con la asunción del gobernador Manuel Fresco, a partir de 1936 y durante los cuatro años siguientes, en La Plata hubo cierta reactivación económica, urbanísticas y educativa, con la aplicación de una política de obras públicas.

En ese periodo se llevaron a cabo distintas iniciativas financiadas por el gobierno provincial, entre las que merecen destacarse la remodelación de varias dependencias del Teatro Argentino y la construcción de pabellones en el Hospital General San Martín.

Además, se amplió el Palacio de Justicia; se modernizaron y ampliaron numerosas escuelas, entre ellas el Normal N° 1 y el industrial Albert Thomas, al tiempo que se abrieron muchos establecimientos educativos de los niveles primario y secundario.

También se ejecutaron importantes trabajos de infraestructura como la prolongación de pavimentos, desagües, y entubamiento de arroyos, que evitaron los reiterados anegamientos en vastos sectores urbanos.

Por otra parte, el 20 de octubre de 1937 quedó habilitado en 1 y 50 el Instituto Médico Platense, mientras que, paralelamente, se edificaba en 9 y 36 el Hospital Español.

GRAN SALA CINEMATOGRÁFICA

El jueves 16 de junio de 1939 se inauguró el Cine Teatro San Martín en 7 entre 50 y 51, pasando a ser la más amplia y tecnificada sala de su tipo de la provincia de Buenos Aires, con tres bandejas superpuestas, butacas de madera y una capacidad total para 2.500 espectadores.

En la inauguración el film principal fue “El viejo doctor”, protagonizado por Enrique Muiño. La entrada tenía un valor de 90 centavos. Desde el 16 hasta el lunes 20 de junio, lo recaudado en las funciones fue destinado a la obra de la Sociedad de Beneficencia de La Plata.

Años antes en el mismo lugar había funcionado en un reducido local el “cine bar San Martín”, pero la Empresa Cinematográfica Lombardi y Cía. adquirió varios lotes de la cuadra y creó el nuevo cine.