Susto, vidrios rotos y persianas derretidas tras la explosión de un tubo de GNC

“Me desperté cuando comenzaron a explotar los neumáticos. Para esa altura, ya se habían empezado a derretir las persianas”, le dijo a EL DIA un jubilado que vive en la esquina de 525 bis y 21.

La casa del hombre fue la más afectada por el incendio de un automóvil que causó pánico ayer por la madrugada en Tolosa, debido a la explosión del tubo de gas que cargaba en la parte trasera.

Del coche quedaron hierros retorcidos, caucho derretido. Y varias horas después de acontecido el hecho, persistía el olor a quemado.

El estallido fue de tal magnitud que rompió los vidrios de cuatro viviendas cercanas, quemó las copas de dos árboles y se escuchó a varias cuadras de distancia.

Según informaron fuentes oficiales y ratificaron los frentistas, el rodado ardió entre las 4.30 y las 5.

El vehículo, un Volkswagen Pointer, se encontraba estacionado en la mano descendente de 525 bis, entre 21 y 22.

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Las causas que iniciaron el fuego son motivo de investigación, aunque la hipótesis oficial apunta a que se trató de un “desperfecto eléctrico”.

Por su parte, los frentistas consideraron que se trató de un ataque perpetrado por quemacoches.

Se presume que el siniestro se originó en la parte delantera del auto y desde allí se esparció por toda la carrocería.

El tubo de gas explotó por el medio y hacia arriba. Los restos indicaban que pasó lo mismo con el baúl, el techo y toda la sección trasera.

Curiosamente, un Ford Sierra que está semi abandonado a escasos metros de donde ocurrió el incidente, no sufrió daños. En cambio, los domicilios linderos fueron afectados en mayor y menor medida.

“NACIMOS DE NUEVO”

El jubilado que dialogó con este medio -prefirió no dar su nombre-, detalló que la detonación le rompió cinco ventanas, además de quemarle la persiana de la habitación que comparte con su mujer y la bocina de la alarma.

“No tiró la casa abajo de pura suerte. Menos mal que había guardado la camioneta en el garage, porque si no también la perdía”, aseveró. Fue él quien dio aviso al 911, pero manifestó que “tardaron un rato en llegar los bomberos”.

Las llamas eran tan altas que chamuscaron las hojas de dos grandes árboles de las inmediaciones, aseveró. El miedo que generó la situación entre los moradores del barrio hizo que la mayoría no saliera de su hogar.

Como testimonio del suceso, una de las chapas de lo que había sido el capot del auto terminó dentro del jardín delantero de su terreno.

Asimismo, comentó que “el vidriero que está en 19 y 525 me dijo que se levantó porque escuchó el estruendo que hizo el tanque al explotar”. Y señaló que “Mi mujer estaba parada atrás de la cama y la tiró contra la pared. Somos los dos viejitos, nacimos de nuevo”.

“¿Quién me va a pagar todo esto?”, lamentó.

Por otra parte, una mujer que vive sobre 21 manifestó que “en la zona hay muchas familias con chicos pequeños y la circunstancia pudo haber sido mucho peor”, al tiempo que destacó que “menos mal que ocurrió de madrugada”.