Segundo ataque en tres días a un supermercado chino de la Ciudad

“No pasó nada, no pasó nada”, repitió varias veces el encargado del supermercado chino “JaDong”, de diagonal 79 entre 65 y 119, ante la consulta de este diario.

Algunas horas antes, la Policía había acudido tras un llamado al 911, en el que alertaban de un principio de incendio en la puerta del negocio. En la vereda hallaron una bomba casera, tipo “molotov”.

La respuesta del comerciante es usual en este tipo de casos.

Por miedo u otra causa, prefieren evitar dar cuenta de lo sucedido. Lo cierto es que el hecho fue grabado por una cámara de seguridad del lugar.

En las imágenes se observa claramente cómo un sujeto, con el rostro cubierto por un pasamontañas negro y una gorra, rocía con un líquido inflamable el portón del local.

Luego utiliza el explosivo incendiario para provocar el fuego y escapa en dirección a 119.

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En la calle el tránsito es casi nulo. “A esas horas de la noche no anda nadie”, afirmó una frentista.

Las llamas fueron sofocadas por tres individuos de origen chino y por fortuna no se registraron heridos.

No obstante, el incidente causó revuelo en el barrio y fue uno de los vecinos quien dio el aviso al 911.

Al ser entrevistados por las autoridades, los responsables del supermercado negaron estar bajo amenaza.

¿Puntos de contacto?

El ataque, por demás extraño ya que no tuvo fines de robo ni causó un daño real en el edificio, podría tener relación con el ocurrido el sábado a mañana en 65 entre 28 y 29, de acuerdo a lo manifestado por fuentes oficiales consultadas.

Como informó EL DIA, dentro de un comercio con dueños asiáticos, un desconocido -también encapuchado- arrojó una granada de gas lacrimógeno para escapar luego a la carrera.

Tanto la dueña como por lo menos un empleado, salieron a la calle con los ojos hinchados y lagrimeantes, tras haber inhalado el efluvio.

En ese sentido, un portavoz de la investigación aseguró que se trató de un ataque de la “mafia china”.

Por su parte, ante el requerimiento de este medio, el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta (UFI Nº 16) fue más cauteloso.

El funcionario indicó que, si bien “no se descarta que ambos episodios tengan relación”, se trata de una hipótesis más dentro de la pesquisa general.

Mensajes

Pero las fuentes sí mencionan a dos grupos (identificados con los colores rojo y amarillo) que presuntamente extorsionan a los comerciantes platenses.

Ese modus operandi se condice con el accionar de la mafia china en Argentina, donde cada banda tiene su logo, a veces representado por un cartel que cuelgan en el interior del local. Por lo general se trata de clanes familiares que tienen jefes.

En sus expresiones más violentas aceptan extranjeros que funcionan como sicarios o soldados. Las extorsiones suelen ser simples: se exige la entrega de un monto determinado y, en caso de obtener una respuesta negativa, se pasa a una fase más agresiva.

Entonces llega el momento de amedrentar, para lo cual utilizan la violencia, ya sea en los propios comerciantes como en los negocios.

“Les disparan a la caja o hacen explotar la puerta del supermercado”, señaló una fuente oficial.