La Costa ya vive una previa atípica: menos reservas y más incertidumbre

El próximo fin de semana largo, correspondiente al 12 de Octubre, debería ser un momento de definiciones con miras a las vacaciones de verano, si se tiene en cuenta lo que suele ocurrir en esta época del año. Por lo menos en la Costa. Pero este año, la previa de la temporada se muestra como las más atípica de los últimos años, según reconocen operadores turísticos y autoridades del sector en distintas localidades balnearias bonaerenses, quienes identifican algunos rasgos que hacen de ésta una antesala singular del verano.

Entre esos rasgos destacan, por un lado, una mayor cantidad de alquileres que se ofrecen directamente en dólares, sobre todo en el caso de las propiedades más costosas. Por otro, una actitud dividida entre los que planean su veraneo, por la cual unos prefieren desensillar hasta que aclare y tomar decisiones recién después de las elecciones del 27 de octubre y otros se apuran a cerrar operaciones para mantener precios previendo que puedan registrarse nuevos aumentos de aquí al verano.

Por lo pronto, los primeros precios que se dieron a conocer en el sector inmobiliario marcan aumentos que parten del 30% con relación a los valores que se pagaron el año anterior y que llegan hasta el 40%. En otros rubros, como la gastronomía, se habla de aumentos que entre temporada y temporada, pueden alcanzar al 50%. Pero también se espera una gran variabilidad de precios y una proliferación de promociones y ofertas para atraer a los turistas.

Es que, a pesar de que, como en el verano anterior, se espera que el tipo de cambio desaliente viajes al exterior y favorezca la opción por los destinos argentinos, las expectativas del sector turístico en las playas de la Provincia son cautas: de hecho, la aspiración es repetir los números alcanzados durante la temporada anterior, que no fue considerada buena.

Uno de los indicadores que preocupa es que a esta altura del año el nivel de consultas y operaciones no alcanza al de años anteriores para esta misma época. Mientras en algunas localidades no se animan a decir de qué orden es la merma, en otros aventuran que se aproxima al 15%.

Desde uno de los portales web que ofrecen alquileres en la Costa atribuyen esa merma, principalmente, a la cautela: el 35% de los consultados para un sondeo que ellos mismos promovieron indicó que esperarían para tomar la decisión a que pasen las elecciones de octubre.

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Por otra parte, estas tendencias de coyuntura se asocian a otras que se vienen profundizando en los últimos años, como la de los veraneos cada vez más cortos y la de la reducción del gasto promedio por turista . Sólo en Villa Gesell, por caso, en los últimos cuatro años la estadía promedio cayó de 7 a 4 días y marcas similares exhiben otros puntos de la Costa.

Entre esas tendencias, los operadores también identifican la de retrasar la decisión de dónde veranear y de qué alquilar, por parte de los turistas, hasta último momento, incluso, en camino y en plena ruta.

Lo nuevo, en todo caso, es el interés de cerrar operaciones para congelar precios ante eventuales nuevos aumentos por parte de los que ya decidieron dónde y qué alquilar.

A este interés hace alusión Miguel Ángel Donsini, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata, en diálogo con este diario: “A diferencia de otros años, esta vez hay gente interesada en cerrar operaciones pagando el 80% o la totalidad del alquiler con el ánimo de congelar los precios y evitar nuevos aumentos”, dice el dirigente, quien destaca que, después de esa, otra de las tendencias que observa en quienes preparan por estos días su veraneo, es la de ser muy cautos y recorrer mucho antes de decidir.

Esto tiene que ver con la gran variabilidad de precios que se encuentran en todos los rubros y que se espera sea un rasgo característico de la temporada.

Desde la entidad que Donsini dirige se dieron a conocer en los últimas días los valores sugeridos para los alquileres en Mar del Plata, calculados en base “a las paritarias que se manejaron y no a la inflación anual que tiene el país”.

En ese sentido, se detallaron los precios orientativos para una quincena de enero, que pueden variar según la calidad, estado, ubicación, prestaciones y zona donde está ubicado el inmueble”.

Esos precios son los siguientes para un departamento de un ambiente (2-3 personas), desde $17.550; de dos ambientes (3-4 personas): desde $22.750”.

En tanto que “un departamento de tres ambientes (5-6 personas): desde $27.300 y un chalet de tres ambientes, desde $32.500”, indicó Donsini.

A su vez dijo que “para diciembre y marzo aconsejamos que se cobre un 50% menos a los precios orientativos de enero, y para febrero un 20% menos”.

Y seguidamente dijo que “como lo hacemos todos los años, estos precios son orientativos y no de aplicación obligatoria”.

También reconoció que a algunos propietarios les “sonará poco el 30% de aumento, pero también debemos pensar por la situación económica por la que estamos atravesando todos los argentinos”.

Donsini destacó que, en el caso de Mar del Plata, la oferta de alquileres con precios en dólares sólo creció en el caso de las propiedades de alto valor cercanas a Playa Grande o en el de las ubicadas algunos barrios privados.

Los operadores de la costa son cautos: esperan una temporada similar a la del año anterior

En Pinamar y Cariló, donde el movimiento todavía también es calmo y las expectativas frente a la temporada son mejores ante la existencia de un público que vuelve año a años a los balnearios, algunos propietarios eligen dolarizar los precios de los alquileres.

Según se explicó, el problema que se presenta en esas playas es que cuesta mucho mantener los costos fijos de las propiedades, que subieron mucho, cuando los lapsos de alquiler son cada vez mas cortos por la forma que adopta la modalidad de veranear.

Entre los precios que se pueden encontrar hoy en Pinamar se cuenta una casa para cuatro personas durante una quincena por 60.000 pesos o un chalet para 7 personas que se alquila para la quincena de enero por 110.000 pesos, mientras que un departamento con vista al mar para 5 personas ronda los 70.000 pesos por quincena.

Desde Villa Gesell, en tanto, el secretario de Turismo de esa localidad, Emiliano Felice, trató de resumir, en diálogo con este diario, la sensación con la que el sector se para de cara a la temporada: la incertidumbre.

“Estamos frente a una previa de la temporada muy atípica. Normalmente el fin de semana del 12 de octubre era clave, pero esta vez sabemos que no va a ser así. Alrededor de julio las cosas se pusieron un poco en movimiento, como pasa todos los años, pero el nivel de consultas y operaciones está muy retraído y con la devaluación posterior a las elecciones se paró todo. Ahora da la impresión de que la gente va a esperar a que pasen las generales de octubre para tomar decisiones”.

Para el funcionario gesellino, como para muchos operadores turísticos de la costa, lo que pase con las variables económicas después de octubre será clave para la temporada en los destinos locales. O como dice Felice: “podemos estar en ventaja frente a los destinos del exterior, pero eso no va a garantizar una buena temporada, como quedó demostrado el año anterio. La clave es que la clase media tenga plata para gastar”.