Estudiantes vs Racing: por 10 centímetros el Pincha no pudo ganarle a la Academia

Estudiantes se quedó con el festejo atragantado en la tercera fecha de la Copa de la Liga. Empató 0-0 como local ante Racing, un partido que pudo y debió haber ganado, principalmente por lo realizado en el primer tiempo. Se puede decir que por 10 centímetros no pudo llevarse los tres puntos: dos goles anulados por posiciones adelantadas muy finas.

En el final el árbitro Nicolás Ramírez expulsó, a instancias del VAR (el siempre polémico Darío Herrera al comando), al defensor albirrojos Zaid Romero por un imprudente despeje con sus piernas para adelante sobre Adrián Martínez. Por eso el Pincha jugó los últimos 10 minutos con un jugador menos y una sucesión de fallos discutibles.

El punto, de todos modos y más allá de la bronca por haber sido superior a su rival, le sirve para seguir prendido arriba en la zona B, mantener su invicto y porque volvió a mostrarse como un equipo serio, con ambición y variantes.

En el primer tiempo Racing tuvo más la pelota (52 por ciento contra 48) pero fue Estudiantes el dueño de las situaciones de gol. Las tuvo y fueron varias, algunas muy claras. En ese período el local mereció más que el empate. Por escándalo

Las espaldas de los tres centrales fueron una tentación, y las subidas de Martirena y Rojas siempre le dejaron espacios a Franco Zapiola y Eros Mancuso, en especial al pibe de Magdalena que por izquierda fue siempre una llave para abrir la defensa.

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El VAR protagonista en dos jugadas muy “finas”

Al minuto le dio un pase perfecto a Javier Correa, que definió apurado ante la salida de Arias. A los 9 el mismo delantero cabeceó mal en franca posición tras un centro de Zapiola. Y el mismo exColón le quiso reventar el arco al arquero a los 20 minutos y el travesaño le dijo que no primero, y el propio Arias más tarde con un tiro cruzado ingresando desde la izquierda. Es verdad que fue bien asistido, pero Correa, además, tuvo buenos movimientos como para buscar siempre la pelota. Sólo le faltó el gol.

La jugada más clara de la noche se produjo en el final. Fue una jugada bárbara que tocaron de punta a punta todos los jugadores, con un cambio de frente de José Sosa para aplaudir de pie. Llegó Mancuso y habilitó a Correa, que hizo todo bien: la bajó, avanzó, eludió a Rojas y definió al gol. Pero estaba un pasito adelantado y el gol fue anulado, primero por la bandera levantada del asistente y luego por el VAR. Hubiese un premio merecido al equipo que hizo las cosas como para estar al frente.

Estudiantes se plantó fuerte en la mitad de cancha. Ascacibar, Sosa y Enzo Pérez manejaron la zona con total autoridad. Siempre con pases cortos y punzantes rompieron líneas para avanzar. Bien los primeros minutos de Zapiola, aunque erró fue peligroso lo de Correa... El único que no pudo entrar en sintonía fue el pibe Atum, muy quieto e impreciso por la izquierda.

Poco y nada hizo Racing. Manejaron la pelota con Juanfer Quintero, Solari y Almendra, pero el equipo fue superado en cada pérdida y la defensa nunca dio seguridad. Apenas llegó hasta el arco de Mansilla con un remate de Santiago Solari desde afuera del área y con un desborde de éste mismo por derecha que contuvo el arquero Pincha ante la entrada de Martínez. Demasiado poco para un equipo con tantos buenos jugadores juntos adentro de una cancha de fútbol.

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“Nosotros tenemos que estar más allá del árbitro”

El segundo tiempo comenzó con otro gol anulado a Estudiantes. Centro desde la derecha de Sosa al segundo palo, por donde Fede Fernández metió un terrible cabezazo de gol. Otra vez el línea, ahora el 1, levantó su bandera y el VAR lo aceptó. Otro freno en el mejor momento del Pincha.

En lo siguiente fue un vendaval albirrojo, que lo metió en su área a Racing, lo atacó por todos lados y sólo la mala fortuna y decisiones equivocadas adentro del área no le permitieron abrir el marcador. Por eso Costas a los 16 minutos se cansó y realizó tres cambios en simultáneo. Y buscó frenar la intensidad de su rival.

Luego Estudiantes sintió el cansancio, los ingresos de Altamirano y Piatti (tampoco el de Flores para armar una línea de cinco) no lo ayudaron y cuando se quedó con un jugador menos tuvo que sufrir a un rival que recién ahí se animó a jugar. Empate injusto pero que le sirve para seguir sumando, mostrándose como un equipo con pretensiones y con niveles individuales y colectivos que merecen el aplauso. Sin dudas un punto que suma.

El informe de Martín Cabrera desde UNO en la previa del partido