Cine de mujeres hecho por mujeres en la gran película independiente de la temporada 2017

“Lady Bird” debutó el año pasado en Estados Unidos conmoviendo a la audiencia con su historia pequeña y cotidiana de una adolescencia sin sobresaltos, o mejor dicho, con los constantes y cruciales sobresaltos que ofrece la adolescencia: el primer amor, el deseo de emanciparse, las relaciones traumáticas, la disfuncionalidad familiar, todo el drama de la vida de Lady Bird, la protagonista, acontecía contrastando con el exasperantemente tranquilo mundo de Sacramento, que no ofrecía las emociones necesarias para su juventud incipiente.

La sensibilidad de la cinta provocó críticas rabiosamente favorables para la cinta que, a fin de año, parecía perfilarse para el Oscar a mejor película. Sin embargo, el ruido alrededor de la película se desinfló cuando comenzó la temporada de premios y la película de Greta Gerwig no cosechó galardones.

En ese marco llegó a los cines de la Ciudad, días antes de que se fuera con las manos vacías de los Premios de la Academia, cuando para colmo ya se habían vuelto virales las copias piratas de la cinta. Sobrevivió una serie de semanas en cartel y dejará las salas platenses mañana. ¿Por qué hay que verla?

De qué va

Greta Gerwig, única mujer nominada como directora este año en los Premios de la Academia, retrata en clave de ficción su propia adolescencia en la siestera Sacramento.

En el filme, una joven estudiante que se hace llamar “Lady Bird” (interpretada por Saoirse Ronan, nominada al Oscar) se muda al norte de California para pasar allí su último año de instituto.

La joven, con inclinaciones artísticas y que sueña con vivir en la costa Este, tratará de ese modo encontrar su propio camino y definirse fuera de la sombra protectora de su madre (Laurie Metcalf, siempre espléndida).

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Por qué verla

Grandes actuaciones y una genial dinámica entre Ronan y Metcalf, madre e hija disfuncionales matizan un guión sencillo pero no por ello chiquito.

La cinta se enmarca en el género “coming of age”, del que proliferan ejemplos, pero está construido con una sensibilidad y un humor que se corren de la norma de las películas del género.

Quizás tenga que ver el hecho de que, esta vez, una película sobre la adolescencia femenina está escrita y dirigida por una mujer, brindando un aura auténtica e imposible de especificar a las experiencias de Lady Bird: la importancia de que haya directoras mujeres en el cine, después de todo, tiene que ver no tanto con el cupo, sino con la posibilidad de que sean las propias mujeres quienes cuentan sus historias.

Qué dijo la crítica

“El filme nos cuenta con frescura y liviandad el despertar de esta adolescente. Lady Bird es cambiante, arrebatada, rebelde, indecisa. Y la película busca allí los rasgos de una formulación visual que aspira a tener la sencillez de un pueblito acostumbrado a la chatura y la monotonía. Buenos actores, una naturalidad bien trabajada, clima simpático, una par de escenas emotivas y melancólicas entrecruzan la vida de esta adolescente con ganas de ir más allá, pero a quien sus primeros amores la dejan decepcionada”, escribió Alejandro Castañeda en la edición del 2 de marzo de EL DIA.