“El prisionero de Azkaban”: Harry Potter vuelve al cine… envuelto en polémicas

Hace 20 años se estrenó en los cines “Harry Potter y el prisionero de Azkaban”, y, al igual que ocurría con los libros, allí la saga cinematográfica del mago daba el salto a la adultez: dirigida por Alfonso Cuarón, la tercera entrega de la historia de Potter se atrevió a la oscuridad y también brindó una perspectiva adulta, también autoral, a una adaptación hasta entonces más familiar, infantil. Y justo en un episodio clave, y atrapante, en la historia de Harry.

Pero podría no haber ocurrido: la película se reestrena hoy en cines, y en ese marco, el director de “Roma” brindó varias entrevistas, y en una reveló que cuando le ofrecieron la adaptación de la tercera entrega, no había leído las novelas del joven mago ni las dos películas previas estaban en su radar cinematográfico. Y entonces, mientras se dedicaba a disfrutar del éxito de “Y tu mamá también”, nominada al Oscar, dudó.

Es que Cuarón no entendía por qué le habían ofrecido adaptar una película de fantasía, teniendo en cuenta su filmografía. “Estaba confundido porque no estaba en absoluto en mi radar”, explicó el mexicano. Y un viejo amigo, amante de la fantasía, lo puso en su lugar: “Hablo a menudo con Guillermo del Toro, y un par de días después le dije: ‘Sabes, me ofrecieron esta película de ‘Harry Potter’, pero es muy extraño que me ofrezcan esto’. Él dijo: ‘Espera. Espera, espera, ¿dijiste que no leíste Harry Potter?’ Le dije: ‘No creo que sea para mí’. En un léxico muy florido en español pero me dijo: ‘Eres un bastardo arrogante’”.

El insulto convenció a Cuarón, que por dirección de Del Toro fue a la librería y se compró los libros. Cuando estaba a mitad de “El prisionero de Azkaban”, el tercer tomo, se dio cuenta que su amigo tenía razón: era una oportunidad que no podía dejar pasar.

“Lo llamé y le dije: ‘Bueno, el material es realmente genial’. Y me dijo: ‘Bueno, ya ves hijo de…‘. Como cineasta, fue casi como una lección de humildad”.

Así que Cuarón finalmente encaró la película, su única participación en la franquicia a pesar de ser la entrega más aclamada por la crítica. La saga venía de dos entregas dirigidas por Chris Columbus, director de “Mi pobre angelito”, y Cuarón se preguntó cómo debía hacer para convertir el material en algo propio, pero a la vez respetar ese universo previo. El material ayudó: la película es un episodio clave en la historia de Harry, un momento de crecimiento y quiebre también para él, lo que habilitó a una visión diferente a las primeras dos películas, más inocentes y juguetonas.

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La película se centra en la persecución de Sirius Black, un prófugo de Azkaban que parece tener estrechos vínculos con el pasado de Harry y es encarnado por Gary Oldman. Cuando Potter y sus amigos vuelven a Hogwarts para cursar su tercer año de estudios, se ven involucrados en ese misterio: de la prisión para magos se ha fugado Black, un peligroso mago que fue cómplice de Lord Voldemort y que intentará vengarse de Harry Potter. Pero no todo es lo que parece en Hogwarts…

La película está envuelta en un aire de intriga y suspenso, a la vez que introduce nuevas complejidades y oscuridades a los personajes que ya conocíamos: cada misterio que se resuelve parece mostrar aristas impensadas de los protagonistas de la saga. Esas características del material son las que llevaron a David Heyman, el productor de la saga y otras apuestas de éxito (como “Wonka” y “Barbie”), a ofrecer el rol de director a Cuarón, a pesar de que su última película parecía no tener nada que ver con la franquicia mágica.

“Había visto ‘Y tu mamá también’, que me encantó, y curiosamente pensé que sería el director perfecto para la tercera Potter. No es lo que algunos podrían pensar. ¿Te imaginas lo que algunos habrán pensado sobre qué harían Harry, Ron y Hermione después de haber visto ‘Y tu mamá también’?, bromeó, en alusión al alto voltaje erótico de la película que lanzó al estrellato a Gael García Bernal y Diego Luna.

LAS POLÉMICAS

El reestreno por las dos décadas de la película llega en un momento donde la saga está en el ojo de la tormenta por diversas polémicas. El insulto de Del Toro a Cuarón por no querer dirigir la cinta es la más leve: Oldman, protagonista de la película, también fue crítico de la franquicia, afirmando que su actuación, memorable para los fans de la saga, había sido “mediocre”.

El actor manifestó que el acceso limitado a los guiones y libros de la serie literaria durante la producción de las películas influyó en su interpretación. “Había tal secreto en torno a las novelas que estaban bajo llave”, recordó Oldman. Subrayó que, al trabajar con recursos limitados y sin conocer el desarrollo completo del personaje, su actuación podría haber sido diferente si hubiera tenido un acceso más amplio a la historia. “Si hubiera leído los cinco libros y hubiera visto el arco del personaje, quizá lo habría enfocado de otra manera”, reflexionó.

Las redes estallaron. “No quería menospreciar a nadie allá afuera que fuese fanático de Harry Potter y las películas y el personaje, que creo que es muy amado”, tuvo que retractarse Oldman, que dijo simplemente que era muy autocrítico de su trabajo: “Lo que quise decir es que, como cualquier artista o actor o pintor, siempre sos hipercrítico. Si no, sería la muerte para mí”.

Pero el lío más picante lo protagoniza, hace ya varios años, la autora de la saga, J.K Rowling, que ha sido acusada de transfóbica por exponer que los derechos de las mujeres pueden verse amenazados por determinadas reivindicaciones de las personas transgénero.

Por eso, Rowling ha enfrentado varios boicot, como en 2023 durante el lanzamiento de un videojuego inspirado en Harry Potter. Y también ha puesto a los actores de la saga en su contra: Daniel Radcliffe, de hecho, se desvinculó públicamente de ella.

A principios de mayo, Radcliffe dijo que su pelea con Rowling fue “realmente triste”. Refiriéndose a estas polémicas, J. K. Rowling afirma que “nadie que haya vivido una ola de amenazas de muerte y violación le dirá que es divertido”, censurando también la falta de “pensamiento crítico” sobre las cuestiones transgénero.

Pero nada silencia a Rowling, que ayer dijo que se arrepiente… de no haber hablado “antes”.

“Hablé porque, de lo contrario, me habría sentido avergonzada por el resto de mi vida. Lo único que lamento es no haber hablado mucho antes”, escribió en un extracto de la colección de textos “The Women Who Wouldn’t Wheesht”, que recoge ensayos de varias mujeres escocesas.

La autora explica que llegó a creer que “el movimiento sociopolítico que insistía en que ‘las mujeres trans son mujeres’ no era ni bienintencionado ni tolerante, sino que en realidad era profundamente misógino, regresivo, peligroso en sus objetivos y autoritario en sus tácticas”.

Rowling añade que al principio siguió esta lucha desde lejos, ya que sus allegados le “rogaban que no hablara de ello”, pero que ella estaba decidida a “hablar”.

Aunque niega ser transfóbica, las polémicas suscitadas por sus posturas han empañado para algunos el aura que había alcanzado como escritora de origen modesto que gozó de éxito mundial, con más de 600 millones de libros vendidos con su mundo de magos escolares.

Pero, claro, semejante saga millonaria no piensa detenerse por ello: Warner Bros. ya prepara siete temporadas para volver a adaptar a Harry, esta vez en formato televisivo, que se espera que llegue a los televisores en 2026.