Adopción: menos aspirantes, el mismo desencuentro

En 2018 el Registro Central de Aspirantes a Guardas con fines de Adopción de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia contaba con 1.778 postulantes que habían culminado su trámite de inscripción y habían sido incorporados a la nómina de alta (lo que implica estar disponibles para ser convocados por los juzgados que requieran listados de aspirantes). Esa cifra se redujo en 2021 a 1.034 y suma 970 en lo que va de este año.

La tendencia a la baja del número de aspirantes a adoptar es un dato que se observa en los últimos años en la Región y se atribuye mayormente al impacto de la pandemia en los proyectos de vida y es uno de los más novedosos en el escenario de la adopción. Pero no es el único relevante: también se nota un aumento de la edad promedio de esos postulantes, que hoy supera mayoritariamente los 40 años, y persiste una situación de larga data: el desencuentro entre las expectativas de muchos de ellos (que buscan bebés para adoptar) y una realidad donde la mayoría de los chicos en situación de ser adoptados transitan la segunda infancia (más de seis años) o son aún mayores. También son pocos los postulantes que estarían dispuestos a adoptar hermanos o a chicos que padezcan alguna enfermedad.

Así lo indica Claudia Portillo, titular del Registro, quien destaca que las guardas con fines de adopción en la Provincia promedian entre los 500 y las 600 anuales y que también se considera alto el número de revocaciones de esas guardas: Si en 2021 se concretaron 517, el número de revocaciones ascendió en el mismo año a 50, lo que representa “una cifra alta”. “Claramente, es una cifra que hay que reducir”, indicó Portillo.

La pandemia vino a complicar un panorama de por sí complejo, en el que suelen ponerse en la mira las largas esperas y los trámites juzgados por muchos como complicados y lentos. Y en el que los expertos ponen de relieve que la adopción es un derecho de los niños y que no está constituida para satisfacer el deseo de los padres adoptivos.

Destacan, en ese sentido, que los niños que hoy están en condiciones de ser adoptados son niños que vienen de una historia de vulneración de derechos y ponen el acento en la necesidad de escuchar sus voces y evitar analizar el tema desde la mirada de los adultos.

Desencuentro

El desencuentro entre postulantes con la voluntad de adoptar a niños muy chicos y niños en situación de ser adoptados que transitan la segunda infancia o son mayores se registra en todo el país.

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Según los datos manejados a nivel nacional, la mayoría de las niñas y niños en situación de ser adoptados tienen un promedio de edad superior a los 8 años. No obstante, una gran cantidad de familias adoptantes inscriptas en los registros desean bebés y solo una de cada 100 recibiría adolescentes, estarían dispuestos a adoptar a chicos que padezcan una enfermedad o a un grupo de hermanos.

Estos datos fueron difundidos recientemente por el titular del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (Dnrua), Juan Jeannot.

El funcionario dijo que escuchó una y otra vez la misma frase: “Hace mucho tiempo que estoy anotado y no me llaman”, por eso subrayó que es necesario que los postulantes conozcan las estadísticas y entiendan que “la adopción es el derecho de los niños, niñas y adolescentes a crecer, vivir y desarrollarse en una familia”.

En este sentido, consideró que “es fundamental trabajar sobre la disponibilidad adoptiva de los postulantes”, es decir, que piensen en inscribirse para adoptar a chicos y chicas “más grandes” o grupos de hermanos.

Y a eso apunta la nueva campaña “Crecer en familia es un derecho”, lanzada hace pocos días por el Ministerio de Justicia junto a la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf).

Jeannot dijo que el principal desafío de la adopción hoy en el país es poder encontrar familias para los niños, niñas y adolescentes que están privados de cuidados parentales y tienen declarada la situación de adoptabilidad, que en su mayoría son mayores de 8 años, grupos de hermanos, o tienen alguna discapacidad.

“Hoy tenemos una situación de desencuentro; por un lado, todos esos niños, niñas y adolescentes y, por otro, postulantes con voluntades adoptivas muy acotadas, dispuestos a adoptar a niños más chicos”.

Para Jeannot ese desencuentro explica las demoras para adoptar hoy e la Argentina y no la existencia de trámites excesivamente burocráticos

“Hoy tenemos en el país 2.427 familias inscriptas, que pueden ser solicitadas por cualquier juzgado; y hay 2.199 niños, niñas y adolescentes esperando. Los números son muy parecidos, entonces uno dice ¿por qué?, ¿qué está pasando? Y la respuesta está en las voluntades adoptivas. Si alguien se inscribe para un niño o niña de 12 años, probablemente lo llamen de muchos juzgados y enseguida”, dijo el funcionario. La campaña oficial apunta a ampliar la mirada respecto a la disponibilidad adoptiva sobre niños más grandes.

Después de la pandemia

A la situación muchas veces descripta en relación con la adopción la pandemia sumó nuevas complicaciones. Una de ellas, a la que se refiere Claudia Portillo, desde el Registro provincial tiene que ver con la baja en el número de postulantes a adoptar,

Esta baja se atribuye fundamentalmente al impacto que la pandemia tuvo sobre los proyectos de vida y que llevó a muchos a acotar su proyecto adoptivo:

“Antes se postulaban para adoptar a dos chicos y ahora sólo para uno”, indica.

Pero a ese se suman otros motivos. Uno es la mayor accesibilidad que hoy tienen los tratamientos de fertilización asistida a partir de una mayor cobertura por parte de las obras sociales. Ese factor también tiene que ver con la mayor edad de los postulantes: muchos de los que hoy se inscriben lo hacen después de varios intentos fallidos con este tipo de tratamientos.

Las parejas que eligen no tener hijos (opción más común en la actualidad que décadas atrás), la crisis económica y el acceso a otras posibilidades, como las situaciones de adopciones internacionales, son otros de los factores que ayudan a explicar esta baja en la cantidad de postulantes, según destacó Portillo en diálogo con este diario.

Un factor que preocupa es el número de guardas revocadas: en 2021 fueron 50

Paralelamente, a la reducción se las cifras se comenzó a notar un aumento en las edades de los interesados en adoptar, que se atribuye otra vez al peso de los tratamientos de fertilización asistida y proyectos laborales y profesionales, entre otras cuestiones.

Pero uno de los aspectos que más preocupa en la Región es el alto número de guardas revocadas: en 2021, se otorgaron 517 en la Provincia y se revocaron 50.

“Esa cifra es alta y nos habla de que algo falla en el sistema. Hay que buscar que ese número se reduzca al máximo, ya que cada uno de esos chicos protagonistas de esa situación, son chicos que hay sufrido un nuevo abandono. Hay que mejorar las evaluaciones (que hoy lo que buscan es que la persona tenga el deseo de paternar a través de la adopción) y que las esperas sean esperas activas, con una preparación para el que se postula”.

La mayoría de los chicos en condiciones de ser adoptados tiene más de 6 años

Respecto del trámite para adoptar Portillo se refirió a los requisitos dudas y mitos que rodean el proceso administrativo.

En tal sentido, indicó que los aspirantes deben realizar el trámite de forma gratuita y sin necesidad de tener un abogado. Indicó que para anotarse en el registro, los aspirantes deben tener más de 25 años y sólo deben demostrar un ingreso mínimo, sin necesidad de que sean propietarios o tengan un trabajo en relación de dependencia.

Otro punto que destacó es que, en caso de adoptar hermanos, no es imprescindible contar con una habitación para cada uno de ellos.

Lo más importante es que los postulantes puedan demostrar capacidades parentales adoptivas.

Otro detalle a destacar es que los antecedentes penales no son excluyentes. Se evalúa cada caso y no se consideran aptos los que tienen antecedentes de violencia o delitos de gravedad.

Una vez realizados los pasos del trámites se pasa a la segunda etapa, en la que se convoca a un niño que coincida con las solicitudes de los postulantes y que a la vez éstos se adapten a las necesidades de los menores.

En cuanto a la situación de los chicos más grandes, que necesitan un hogar y no encuentran familias dispuestas a adoptarlos, además de la campaña antes citada, se está llevando a cabo una experiencia piloto en la Provincia para impulsar el registro de Cuidadores Familiares, en marcha en ocho departamentos judiciales, incluido el de La Plata.

La iniciativa apunta a convocar a personas que residan en la Provincia y que estén dispuestas a prepararse para asumir el cuidado y estable, sostenido -con o sin convivencia familiar- de niños, niñas y adolescentes de entre 10 y 17 años alojadas en instituciones y sin cuidados parentales.