La fuga de votos del PJ en el bastión de Cristina Kirchner

Solo la tercera sección electoral le permitió al peronismo salvar la ropa del tsunami de Juntos en la Provincia, donde el Frente de Todos sufrió la derrota más ruidosa: en este bastión de la vicepresidenta, Cristina Fernández Kirchner, el oficialismo venció a Juntos, pero con 963.499 menos que en las presidenciales de 2019. La coalición opositora, en cambio, sumó 153.254 sufragios respecto de aquel test electoral.

La pérdida de votos en esta amplia franja de 19 municipios del Conurbano Sur resulta sintomática para dimensionar la derrota general del kirchnerismo en las primarias. Sobre todo en distritos en los que hace dos años había cantando grandes victorias, como La Matanza, bastión peronista por antonomasia en el que el oficialismo volvió a prevalecer sobre la oposición, pero dejando en el camino casi 240 mil votos y 18 puntos si se compara el resultado del domingo con el de las generales de 2019 en el apartado de concejales. En ningún otro municipio se le fugaron al peronismo tantos electores como en el que gobierna Fernando Espinoza, donde Juntos embolsó cinco puntos más respecto de la última elección.

También fue estrepitosa la caída en Quilmes. En el distrito gobernando por la camporista Mayra Mendoza el Frente de Todos no solo perdió por unos 20 mil votos (las dos listas internas de Juntos sumaron 125.270 sufragios contra los 104.661 del oficialismo) sino que además sacó cerca de 77 mil votos y 15 puntos menos que hace dos años. En 2019, el kirchnerismo había festejado por un 49,82% contra el 42,91% de la oposición, que el domingo sacó un porcentaje similar (42,2%) y le permitió imponerse contra el 35,2 del oficialismo quilmeño.

Lomas de Zamora, la patria chica de Martín Insaurralde, fue otra de las comunas en las que el Frente de Todos sintió la merma de su base electoral. Porque aunque superó por unos 10 puntos a Juntos, fue por 97.557 votos menos que en el tramo concejales de 2019, cuando además había ganado por 30 puntos.

Otra sangría notoria para el kirchnerismo se dio en Florencio Varela, donde se le escaparon 44.000 sufragios y 10 puntos respecto de 2019, unas elecciones en las que había duplicado el rendimiento de Juntos: 54,03% contra 27,91%. El domingo, el triunfo para el oficialismo fue contundente, pero por menos margen: 43,82% a 26,59%.

Algo similar pasó en Avellaneda, el lugar en el mundo del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, donde la lista del Frente de Todos venció a Juntos por un margen mucho más apretado que dos años atrás. En las PASO del domingo, el oficialismo predominó en la competencia por el Concejo Deliberante local con 78.886 votos (42,48%) frente a los 65.772 (35,42%) que reunieron las nóminas de Juntos. Una diferencia de 7 puntos que contrastó con los casi 30 puntos de ventaja que sacó el kirchnerismo de Avellaneda en 2019, cuando además había cosechado 137.530 sufragios (58.644 más que en las PASO).

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En Berazategui, la patria de los Mussi, el peronismo le ganó a las tres listas internas de Juntos, pero pasó del 66% de 2019 al 42,21% y de 137.805 votos a 71.567, casi la mitad menos. La coalición opositora, en cambio, creció unos 8 puntos.

En Almirante Brown (el primer distrito del Conurbano que el presidente, Alberto Fernández, pisó ayer tras la caída del domingo), la lista impulsada por el intendente Mariano Cascallares triunfó con holgura sobre las de Juntos: 126.056 (44,94%) a 81.955 (29,22%). Pero fueron bastante menos que los 213.447 votos y el 61,32% de 2019. Entre 2019 y las PASO del domingo el kirchnerismo perdió en Almirante Brown 87.391 sufragios.

Más sorpresiva resultó la derrota oficialista en Cañuelas, distrito conducido por Marisa Fassi y cuya lista perdió por 10 puntos frente a la suma de Juntos: fue 44,51% a 34,57%. Un resultado bien distinto al de 2019, cuando Fassi llegó a la intendencia de Cañuelas con el 49,07 por ciento y casi nueve mil votos más que los que el peronismo consiguió el domingo.

Como parte de un efecto dominó que se extendió a la Provincia, la merma de votos que arrastró al Frente de Todos hacia la derrota pudo verse en distritos de la Región que también integran la Tercera. Como Berisso, donde en dos años el oficialismo local que encarna el intendente Fabián Cagliardi perdió 18.890 sufragios o, dicho de otro modo, la mitad de lo alcanzado en 2019: pasó de 38.617 a 19.727. O Ensenada, el distrito conducido por Mario Secco en el que el kirchnerismo fue votado por 11.060 electores menos que hace dos años. En Punta Indio -donde se impuso Juntos-, el oficialismo peronista perdió 1.596 votos con respecto a las últimas generales. En Magdalena, el peronismo (que es oposición) perdió 1.217 votos. La sorpresa fue Brandsen, donde el oficialismo de Juntos perdió por 6 puntos contra las listas del Frente de Todos.